Final de 13 pecados
(2014)
Final de 13 pecados (2014)
Título original: 13 Sins
Sinopsis
Un hombre con muchas deudas recibe una misteriosa llamada telefónica que le anuncia que se encuentra participando en un programa de cámara oculta y que ganará una fortuna si completa las trece tareas que le plantearán. El hombre aceptará el desafío y se enfrentará a unas tareas que se complicarán a medida que las vaya completando. Remake de la película "13 game sayawng" (2006).
Daniel Stamm
Director
Michael Wandmacher
Compositor
Zoltan Honti
Fotógrafo
Brian Kavanaugh-Jones
Productor
Reparto principal

Mark Webber

Devon Graye

Ron Perlman

Rutina Wesley

Pruitt Taylor Vince

Christopher Berry
Como acaba 13 pecados
Perth, Australia - En un banquete en el que acepta un premio a la trayectoria, el profesor Edgar Solomon pronuncia un extraño discurso que incluye chistes verdes y calumnias antes de cortar los dedos de la mujer que lo presenta. Mientras los clientes de la sala huyen horrorizados, Solomon es confrontado a punta de pistola por la seguridad. Salomón busca en su chaqueta un móvil que suena y le disparan.
Nueva Orleans, Louisiana - En medio de los preparativos para su próxima boda con su prometida embarazada Shelby, Elliot Brindle es despedido de su trabajo como vendedor. Elliot también se entera de que su hermano con discapacidad mental, Michael, necesita una nueva vivienda, al igual que el padre de Elliot, que está siendo desalojado de su casa de retiro.
Detenido en un semáforo en rojo, Elliot recibe una llamada telefónica en la que le ofrecen 1.000 dólares si mata la mosca que está zumbando dentro de su coche. Después de que Elliot mata la mosca, recibe instantáneamente un aviso del depósito de 1.000 dólares en su cuenta bancaria. Como segundo desafío, se le ofrece a Elliot más dinero para que se coma la mosca. Después de hacerlo, la voz le pregunta a Elliot si está dispuesto a participar en un juego que implica completar 13 desafíos por un premio de siete cifras en efectivo. Las únicas reglas son que Elliot no puede decirle a nadie que está jugando, y no puede interferir en el juego ni tratar de encontrar los orígenes de los involucrados.
El desafío número 3 le pide a Elliot que haga llorar a un niño. El desafío número 4 es quemar un pesebre, lo que sin querer hace que Elliot incendie una iglesia. El desafío número 5 es cambiar un avestruz por la ropa de un vagabundo. A esta altura, el detective Chilcoat se da cuenta de que el mismo hombre puede estar involucrado en todos estos crímenes cuando llegan las quejas a la policía.
Para el desafío #6, Elliot tiene que llevar a un hombre muerto a un restaurante y poner una taza de café frente a él. Las circunstancias obligan a Elliot a enfrentarse a un cuarteto de policías en el proceso, lo que hace que la voz premie a Elliot con la realización del séptimo desafío por sus esfuerzos de improvisación.
En el curso de su investigación, Chilcoat encuentra a un hombre llamado Vogler husmeando en la escena del crimen en el restaurante. Chilcoat visita a Vogler, pero Vogler huye después de acusar al detective de ser parte de la conspiración.
El desafío número 8 transporta a Elliot en autobús a una habitación de motel donde le amputa el brazo a John Witter, un hombre que solía intimidar a Elliot en la escuela primaria. Después de llevar a John al hospital, Elliot noquea al hermano de John con una silla, lo que termina completando el noveno desafío.
El desafío número 10 es destruir el salón de bodas mientras canta delante de los invitados en su cena de ensayo. Llega seguridad para el hermano de Elliot, Michael, acusado de exponerse a una chica en el parque, y Elliot aprovecha la oportunidad para completar el desafío. El desafío número 11 es entregarse a las autoridades.
Cuando el capitán de la policía sale de la sala de interrogatorios, una barra de metal se rompe de la silla de Elliot. Luego la usa para tomar al capitán como rehén. Se produce una conmoción, pero al final Elliot escapa de la estación, aunque pierde el teléfono usado para comunicarse con la voz en el proceso.
Chilcoat rastrea a Vogler y convence al hombre de que divulgue lo que sabe sobre la organización secreta detrás del juego. Vogler cuenta historias de una conspiración mundial que se remonta a generaciones y que involucra eventos como el asesinato de JFK.
Creyendo que ella debe ser parte del juego, Elliot sigue a una anciana a su casa donde lo hace asegurar un cable metálico para la ropa, lo que completa el desafío #12. Elliot ve entonces a un grupo de motociclistas corriendo por la calle hacia el cable, pero Elliot logra derribar la cuerda antes de que lleguen. Elliot comienza a irse y otro hombre repara la línea. El motociclista líder recibe una llamada telefónica y los motociclistas se dan la vuelta. Elliot intenta detenerlos por segunda vez, pero los motociclistas son decapitados por la línea metálica. En su frustración por las muertes, Elliot promete abandonar el juego.
Al salir de la escena, Elliot se encuentra con un grupo de personas y escucha el conocido tono de llamada que utiliza la voz. Sigue a un hombre sospechoso de ser un jugador de la competencia hasta la casa de retiro de su padre. Allí, Elliot descubre que Michael también es un concursante en el juego y que el desafío número 13 es el mismo para todos los jugadores: matar a un miembro de la familia.
Elliot intenta convencer a Michael de que no mate a su padre. El padre revela entonces que una vez jugó el juego y ganó el desafío final matando a su madre en un accidente de coche intencionado. Para evitar que Elliot gane el juego, su padre se corta la garganta.
Elliot intenta irse con Michael, pero se ve obligado a disparar a su hermano cuando Michael mete la mano en una bolsa donde está su propia pistola. Elliot recibe entonces un mensaje de texto en el que se le comunica que ha ganado la partida y abandona la escena.
Revelado como un empleado de los que dirigen el juego, Chilcoat llega para destruir todas las pruebas contra Elliot. Elliot regresa para confrontar a Chilcoat. Chilcoat le recuerda a Elliot que si interfiere, perderá el premio. Elliot mata a Chilcoat de todos modos y termina perdiendo todo el dinero.
Elliot habla con Shelby por teléfono y se entera de que la policía ya no tiene registros de los delitos que cometió durante el juego. También descubre que Shelby recibió una llamada similar a la que él recibió, pero ella se negó a comerse la mosca por asco y colgó.