La arriesgada y misteriosa oportunidad de ganar dinero en la que se involucra Sébastien (George Babluani) lo hace participante en un juego de ruleta rusa de ida y vuelta llevado a cabo por una sala llena de aburridos y ricos jugadores que tratan de superar su aburrimiento apostando por los resultados de vida o muerte.

El "juego" comienza con 13 "jugadores", cada uno de los cuales tiene una sola bala y un revólver apuntando a la cabeza del hombre que tiene delante. A medida que los "jugadores" son asesinados y el círculo se reduce, el número de balas aumenta. Finalmente, Sébastien y otro "jugador", Jacky, (Aurélien Recoing ) terminan con cuatro balas cada uno, y pistolas apuntando al otro. A la señal, Sébastien dispara primero, y mata a su oponente, ganando 850000 euros como último superviviente.

Se apresura a ir a la oficina de correos, envía el dinero a su empobrecida familia, y llama a su hermano para decirle que busque el paquete en el correo. De camino a la estación de tren, es detenido por la policía, que sigue la pista de los jugadores. Finge ignorancia, afirmando que huyó de los jugadores antes de ser llevado a su escondite, pero proporciona a la policía el número de matrícula de uno de los jugadores.

En el tren, el hermano de Jacky dispara a Sébastien, y roba la cartera que le dieron con el dinero, sin darse cuenta de que ahora sólo contiene dos botellas de agua. En la toma final de la película, Sébastien se sienta inmóvil en su asiento, llevando al espectador a concluir (o no) que ha sido asesinado.