Trama de A todos los chicos: Para siempre

Lara Jean y Peter parecen tenerlo todo resuelto. Han estado saliendo durante la mayor parte de sus años de instituto y ahora están preparados para pasar a la siguiente fase: ir juntos a la universidad. Pero cuando Peter es aceptado en Stanford gracias a una beca de lacrosse y Lara Jean lee en el correo electrónico de respuesta de la universidad frases tan temidas como "lamento informarle" y "no puedo ofrecerle la admisión", ésta empieza a preocuparse de que su relación termine pronto.

Por suerte, Lara Jean también ha presentado su solicitud a otros programas de grado y recibe una respuesta positiva de la UC Berkeley antes de poder comunicarle a Peter las malas noticias sobre Stanford. Desarrollan nuevos planes, que implican que Lara Jean asista a Berkeley durante un año antes de trasladarse a Stanford. Se dicen a sí mismos que han pasado muchas cosas juntos y que sin duda pueden sobrevivir un año estudiando en dos universidades diferentes. Prometen que se verán todos los fines de semana en San Francisco.

Con la perspectiva de un futuro juntos de nuevo en marcha, la pareja visita Nueva York con otros estudiantes de su escuela, y algo inesperado sucede: Lara Jean se enamora de la ciudad. También se interesa por el programa de literatura inglesa de la NYU. Así, cuando finalmente es aceptada en esa universidad, se crea un dilema en su mente. Ella realmente quiere ir a Nueva York, pero no a costa de perder a Peter.

Final de A todos los chicos: Para siempre

¿Qué elige Lara Jean?

Desde el momento en que empezaron a fingir una cita (como se muestra en 'A todos los chicos que he amado antes'), la conexión entre Lara Jean y Peter ha sido electrizante. Tras la intromisión de Kitty (Anna Cathcart), los dos comenzaron una relación real. Desde entonces han pasado muchas cosas. Han sobrevivido a sus inseguridades y a su atracción por otras personas. Cuando la película comienza, parecen estar en tierra firme. Lara Jean está visitando a la familia de su difunta madre en Seúl, Corea del Sur. Incluso el poco tiempo que pasan separados hace que ella y Peter se echen mucho de menos.

Cuando Lara Jean se entera de que Stanford ha rechazado su solicitud, empieza a entrar en pánico, creyendo que la relación tendrá ahora una muerte gradual. Hace falta la amonestación de Kitty para sacar a Lara Jean de su típico sensacionalismo y enfocar racionalmente el asunto. Cuando Lara Jean entra en Berkeley, el problema parece haberse resuelto solo. Después de todo, Stanford y Berkeley están a sólo una hora de distancia en coche.

Lara Jean y Peter creen sinceramente que pueden hacer que funcione. Pero entonces Nueva York echa por tierra todos sus planes cuidadosamente elaborados. Hasta que ella descubre ese folleto en la encimera de la cocina de su familia, la Universidad de Nueva York es un sueño nostálgico. Pero cuando lo hace, se convierte en una realidad que no puede ignorar. Su padre (John Corbett) le dice que no puede "salvar esta relación si no crece". Y eso es lo que ella decide hacer inicialmente. Teme que la relación no sobreviva a las 3.000 millas de distancia e intenta olvidar todo lo relacionado con Nueva York, aunque el intento de hacerlo la hace bastante desgraciada.

Al final, Lara Jean decide que Nueva York y su relación con Peter son igual de importantes para ella y se niega a renunciar a ninguno de los dos. Impulsada por su inherente optimismo y haciendo caso a los consejos de su madrastra (Sarayu Blue), decide disfrutar de las últimas semanas de su vida en el instituto.

Cuando Lara Jean le cuenta a Peter su decisión de ir a la Universidad de Nueva York, él se lo toma bien. Como novio comprensivo, acepta que, al igual que él no puede dejar de estudiar en Stanford, ella no debería dejar de estudiar en la Universidad de Nueva York. Pero en el fondo, cree que esto se suma a la cuenta de personas que no le eligen a él por encima de otras cosas. El padre de Peter (Henry Thomas) les dejó a él y a su madre cuando Peter era todavía un niño y se casó con otra mujer y tuvo hijos.

Desde entonces, Peter ha albergado un sentimiento de resentimiento hacia su padre. Y parte de esta ira se dirige hacia Lara Jean tras su revelación. En la noche del baile, él malinterpreta su regalo y su decisión de acostarse con él por primera vez como su forma de despedirse de él, olvidando por completo que el romance para Lara Jean siempre ha consistido en grandes gestos. Ella no ha buscado añadir una nota de finalidad a su romance relámpago cuando le invita a su dormitorio; lo hace porque siente que el momento es perfecto para ello.

Durante una sincera conversación con su padre en la que el anciano le dice que debería haberse esforzado más por formar parte de la vida de Peter, éste se da cuenta de que debería hacer lo mismo con Lara Jean. El amor no consiste sólo en respetar los deseos del otro. También abarca la voluntad de trabajar por un objetivo mutuamente satisfactorio. Peter y Lara Jean no deben renunciar a su amor por miedo a lo que pueda pasar en el futuro. Como sus sentimientos por el otro son manifiestamente reales, pueden hacer que la distancia física entre ellos sea irrelevante. Lara Jean lo ha entendido desde hace tiempo, pero finalmente Peter tarda en comprenderlo.

¿Cuál es el significado del contrato?

Su falsa relación comenzó con un contrato. Es lógico que comiencen el último capítulo de sus vidas con otro contrato. Esta vez, el papel se invierte y Peter es el instigador. En la carta del contrato, recuerda su primer encuentro, algo que Lara Jean ha olvidado, revelando que ellos también tienen su momento "meet-cute".

El contrato refuerza su compromiso mutuo, independientemente de su distancia física. Mientras ambos estén de acuerdo con su relación y estén dispuestos a hacer el trabajo duro, nada los separará. Lara escucha una canción llamada "Beginning Middle End" en una fiesta de la Universidad de Nueva York durante su visita a la ciudad. Ella quiere que sea su canción y la de Peter, pero éste se muestra reacio, ya que para él representa su inevitable marcha. Más tarde, sin embargo, Peter llega a compartir la opinión de Lara Jean sobre la canción. Para ellos, sirve como promesa de que estarán juntos, siempre, para siempre.

Antes de separarse, Lara Jean y Peter pasan la noche juntos. Él se lleva la caja de regalos que ella le dio a Stanford, excepto las fotos que se hicieron en el fotomatón, que se van a Nueva York con ella. La película reconoce que el público podría sentirse escéptico sobre la supervivencia de la relación, pero luego declara que sus dos protagonistas son únicos. Vuelve al principio de la trilogía para hacer referencia a las cartas de amor, que ahora servirán como uno de los modos de comunicación entre Lara Jean y Peter.