Final de A traición explicado
Jasmine recibe el caso de Grace Waters, acusada de matar a su esposo, Shannon, y lo toma de mala gana. Aunque está destinada a trabajar en un acuerdo de culpabilidad para Grace, después de sus entrevistas con la mujer, Jasmine se da cuenta de que hay más en el caso de lo que parece.
Los flashbacks nos llevan a la trágica historia de Grace mientras habla de su divorcio y soledad. Su mejor amiga, Sarah Miller, la intenta ayudar a recuperarse. Grace entonces conoce a Shannon, un fotógrafo, en una exposición, y los dos sienten una chispa instantánea. A pesar de sus dudas iniciales, Grace se enamora por completo de Shannon, que es amable y un caballero. Pronto se casan, y parece ser el momento más feliz de Grace.
Pero las cosas dan un giro dramático cuando pierde todo por lo que trabajó durante toda su vida. Es acusada de robar cientos de miles de dólares y también descubre que tiene una hipoteca de su casa de casi la misma cantidad. Ella se da cuenta de que alguien le ha robado su identidad, y pronto descubre que es Shannon. A pesar de pedir ayuda, el hombre no se va, sigue metido en su casa, y en un momento impulsivo le golpea la cabeza con un bate. Curiosamente, nunca se encuentra un cuerpo.
Jasmine, atormentada por su propio dilema ético, comienza a cuestionar su propósito como abogada. Convencida de la inocencia de Grace, decide defenderla. Pero un juicio desafortunado hace que Grace sea declarada culpable y condenada por asesinato. A pesar de esto, ella lucha contra todo pronóstico para llegar a la verdad.
El gran giro en “A traición” se nos revela poco a poco a medida que cada uno de los personajes va descubriendo los diferentes aspectos de la verdad. Grace es la primera en descifrar el caso cuando ve a Sarah con el collar Uzzo que Shannon llevaba la primera vez que lo conoció en la galería.
Mirando hacia atrás en su relación con Shannon, de repente se da cuenta de que Sarah fue una parte importante de la misma. Sarah no solo le pide que vaya a la exposición de fotografía, sino que también le aconseja sobre sus citas, a menudo asegurándole que necesita sentirse amada. Incluso cuando comienza a ser acosada por Shannon, Sarah siempre está presente, por supuesto, como una “amiga” de Grace. También se da cuenta de que Shannon siempre la estaba fotografiando cuando estaba cerca de su ordenador portátil, y así es como obtiene acceso a su información personal.
La segunda gran revelación tiene lugar cuando Jasmine decide ir a visitar a Sarah. Una vez allí, conoce a una extraña anciana que le dice ciertas cosas extrañas, cómo que esa no es su casa y quiere escapar. Finalmente, la anciana de repente recuerda su dirección, y Jasmine abre el caso por completo.
Durante una conversación con Grace antes de su juicio, Grace reveló la dirección de el notario a través del cual se llevó a cabo la hipoteca. Pero resulta ser una casa abandonada.
Nos enteramos de que el dueño de la casa, A. McKathy, es en realidad Alice, la anciana. Alice habla de cómo no quiere tener el mismo destino que los demás que vivieron allí, e dice un montón de nombres en los que se incluyen a Shane, la mujjer que salta del tejado en la primera escena de la película. La escena de repente se conecta con la narrativa más grande y nos enteramos de que Shane era en realidad una fotógrafa, que nuestro “Shannon” se apropió de su identidad y que las fotos de la exposición también eran suyas.
Jasmine mira en los alrededores de la casa y descubre a varias ancianas en un estado desolador, todas ellas encadenadas como prisioneras. Se da cuenta de que Shannon está viva cuando la aborda y la ata, y pronto tenemos la gran bomba de que Sarah y Shannon son madre e hijo. Esto construye una conexión inmediata con todas las veces que Shannon habla de su madre.
Jordan se da cuenta de que algo va mal cuando se entera de que Sarah ha cambiado su identidad en el pasado y se dirige a salvar a Jasmine. Finalmente la encuentra, pero Sarah logra escapar. Nos damos cuenta de que Alice también huye del edificio. Mientras intenta ayudar a Jasmine, Shannon lo ataca. En un intento impulsivo por salvarse a sí misma y a Jordan, Jasmine le dispara.
La escena cambia a los medios de comunicación que cubren el incidente, ya que todas las ancianas secuestradas dentro finalmente son liberadas. Los periodistas revelan la historia de toda la estafa que el dúo madre-hijo estaba orquestando. Vemos que el verdadero nombre de Shannon es Maurice Mills, mientras que Sarah en realidad es Betty Mills.
El dúo había estado secuestrando a mujeres mayores y apropiándose de su riqueza, manteniéndolas como rehenes. Maurice es buscado en 9 estados por delitos que incluyen bigamia y extorsión. También es buscado por engañar a más de 16 mujeres de mediana edad. Esta horrenda operación de estafa ha tenido lugar durante más de 25 años, con la pareja robando varios millones de dólares a sus víctimas.
A la luz de la nueva prueba sobre el escándalo, el estado se disculpa con Grace Waters y elimina todos los cargos, convirtiéndola en una mujer libre. Jasmine es elogiada por descubrir el plan y salvar las vidas de todas estas mujeres. Pero todavía no hay información sobre dónde se fue todo el dinero, y nos damos cuenta de que Sarah (Betty) todavía está huyendo. Cuando un periodista le pregunta a Grace si está contenta de que todo haya terminado, ella responde que no es así.
La escena cambia a Sarah, después de haber cambiado su identidad, en otro lugar, hablando con una joven sobre su experiencia en el cuidado de los ancianos. Nos damos cuenta de que va a continuar haciendo lo mismo, mientras se encuentra con otra víctima, LuAnn, de quien será la “cuidadora”. Casualmente le pregunta a la hija sobre la anciana y nos damos cuenta de cómo ella se escoge cuidadosamente a sus víctimas en función de su riqueza. LuAnn trabajó en una institución financiera al igual que Grace trabajó con el banco.