Al no poder tener hijos propios, el matrimonio de Mi-sook y Do-il adopta a un niño llamado Lee Jin-seong. Pronto le cambian el nombre a Kim Jin-seong cuando se muda con Mi-sook y Do-il. El niño se siente atraído por una acacia en el patio trasero de su nueva casa, creyendo que es su madre, y pronto se convierte en el centro de un número creciente de sucesos extraños cuando Jin-seong parece haberse escapado.

Jin-seong se hace amigo de una chica mayor llamada Min-jee. Ella le dice a Jin-seong que no puede ir a la escuela porque ha perdido mucha sangre. Después de que ella bese a Jin-seong, éste se vuelve aún más agresivo y violento. Se vuelve aún peor cuando Mi-sook se queda embarazada y tiene un nuevo bebé llamado Hae-sung. Jin-seong, que experimenta muchas dificultades emocionales, se vuelve más retraído y confuso. Empieza a enfadarse con su familia adoptiva, tanto que intenta asfixiar al nuevo bebé. Mi-sook se frustra tanto con las acciones y la obsesión de Jin-Seong hacia la acacia que decide talar el árbol, lo que hace que Jin-Seong huya supuestamente.

Después de que Jin-Seong huya, el árbol que antes estaba moribundo empieza a florecer con una vida espectacular. Min-jee empieza a cambiar también, obsesionándose más con la acacia. Empieza a afirmar que oye la voz de Jin-Seong procedente del interior del árbol, y es testigo de experiencias paranormales que ocurren alrededor del árbol, de flores y de hormigas que atacan a la gente de la familia de Jin-Seong.

Se revela que su madre hirió gravemente a Jin-Seong por accidente mientras intentaba cortar el árbol. Su marido lo vio y la ayudó a enterrar el cuerpo de su hijo adoptivo, pensando que estaba muerto. Pero cuando el brazo de Jin-Seong se movió, alertando a la pareja de que estaba vivo, Do-il destrozó su cuerpo con la pala y terminó de enterrarlo. La madre de Jin-Seong, por culpa y estrés, acabó por crearse la ilusión de que su hijo había huido, hundiéndose cada vez más en la culpa, perdiendo el control de la realidad.