La mujer y la hija del abogado de Pittsburgh Frank Valera (Antonio Banderas), Sue (Cristina Serafini) y Olivia, son asesinadas poco después de un concurso de talentos en el que Olivia canta una canción para Frank, y sus cuerpos son arrojados en un agujero cerca del patio del tren. Antes del asesinato, Sue envió un vídeo de la actuación de Olivia a Frank. Después del funeral, el suegro de Frank, Chuck (Robert Forster), se enfrenta a él y le dice que no le hable más. Frank visita la comisaría para hablar de los asesinatos, y el detective de la policía de Pittsburgh Bill Lustiger (Johnathan Schaech) le informa de que la policía ha encontrado una fibra de oro en la escena del crimen. Lustiger sospecha que los asesinos pertenecen a la mafia rusa, que opera en la zona del crimen.

Un hombre en busca de redención

Después de someterse a palizas en un ring ilegal de artes marciales mixtas para expiar su sentimiento de culpa por los asesinatos, Frank es rescatado por el agente de policía de Pittsburgh Hank Strode (Karl Urban), a quien Frank conoció antes en la comisaría. Sin embargo, cuando Strode informa a Frank de que el caso de su familia se ha "enfriado", Frank se marcha, consternado y deprimido. Más tarde, al involucrarse en una pelea para ayudar a una niña prostituta, Frank se cae por el escaparate de una librería, donde fortuitamente coge las Meditaciones de Marco Aurelio para ayudar a detener la hemorragia de una herida en la pierna. Frank lee partes del libro y cambia su actitud sobre lo que debe hacer a continuación y cómo debe proceder, adoptando una filosofía estoica. Entonces hace un voto estoico de silencio hasta que se resuelva el caso y se dispone a aprender las habilidades necesarias para ello.

Frank va al patio de trenes, donde tuvo lugar el crimen, para investigar. Se encuentra con unos matones rusos y los derrota, aunque resulta herido en el proceso por una bala. Una enfermera, Alma (Paz Vega), llega y lo lleva a su casa para tratar sus heridas. Al día siguiente, Frank regresa a su casa. En el camino, adopta un perro que antes era propiedad de sus atacantes. Más tarde, Alma se acerca para devolverle la cartera, que ha dejado en su casa. Alma se entera de la muerte de su familia y del patio, y se hace amiga de él.

Frank intenta encontrar al posible testigo que vive en un refugio improvisado, pero lo pierde. Mientras lleva a Alma a casa más tarde, ella le revela que el refugio que Frank investigó era la casa de un hombre llamado "Sr. Shivers" (Clint Dyer), que trabaja como cocinero en el restaurante local. Después de dejar a Alma, aparecen los miembros de la banda rusa y le preguntan a Alma si va a seguir suministrándoles drogas. Frank aparece de repente y los incapacita. Ella les explica que ha trabajado con ellos durante un año, robando drogas del hospital para ellos. Frank la lleva a su casa por su seguridad.

Revelaciones y confrontaciones

Frank encuentra al Sr. Shivers trabajando en la cocina de una cafetería; se pelean. Frank le muestra la foto de su familia a Shivers, que fue testigo de los asesinatos desde su refugio. Shivers dice que un agente de policía cometió los asesinatos. Entonces Frank se cuela en la comisaría y descubre que Hank Strode estaba asignado a patrullar ese distrito en particular la noche de los asesinatos.

Giro final

Después de varios días de seguir a Strode, Frank entra en la casa de éste y encuentra una chaqueta de policía con fibras doradas que se desprenden de una insignia bordada en la manga. Frank también encuentra una bolsa que contiene revistas con Frank en la portada, artículos de prensa sobre el asesinato de la hija de 12 años de Strode y la defensa legal de Frank del sospechoso, que fue liberado por un tecnicismo. Strode quería que Frank sufriera por liberar al sospechoso, y quería que Frank supiera lo que Strode sentía. Frank deja una nota para Strode, diciendo que se reunirá en un almacén. Cuando Strode llega, se produce una pelea que deja a ambos heridos. Al lograr someter a Strode, Frank supera su deseo de matarlo al recordar la cita de Aurelio: "La mejor venganza es no ser como tu enemigo", y en su lugar noquea a Strode.

Más tarde, tras el juicio y la condena de Strode, Frank y Alma visitan las tumbas de su mujer y su hija, donde Frank finalmente pone fin a su voto de silencio diciendo "os quiero" a las tumbas de su familia.