En 1990, la esposa del arquitecto Frank Bannister, Debra, muere en un accidente de coche. Él abandona su profesión y su "casa de los sueños" inacabada se queda sin terminar. Tras el accidente, Frank adquiere el poder de ver fantasmas y se hace amigo de tres: Cyrus, un gángster callejero de los años 70, Stuart, un empollón de los años 50, y El Juez, un pistolero del Viejo Oeste. Los fantasmas rondan las casas para que Frank pueda "exorcizarlos" por una tarifa. La mayoría de los lugareños lo consideran un estafador.

Poco después de que Frank estafe al loco de la salud local Ray Lynskey y a su esposa Lucy, una médica, Ray muere de un ataque al corazón. Frank descubre que hay una entidad, que aparece como la Parca, que mata a la gente, marcando primero números en sus frentes que sólo ve Frank. Debra tenía un número similar cuando fue encontrada.

La capacidad de Frank para predecir los asesinatos lo pone bajo sospecha de la policía y del agente del FBI Milton Dammers, que está convencido de que Frank es el responsable. Frank es arrestado por matar a la editora del periódico Magda Rees-Jones, que le había atacado en la prensa. En realidad fue la Parca quien mató a Rees-Jones, a pesar de los intentos de Frank por evitarlo.

Lucy investiga los asesinatos y se convierte en objetivo de la Parca. Es atacada mientras visita a Frank en la cárcel; pero escapan con la ayuda de Cyrus y Stuart, que son disueltos en el proceso. Frank quiere suicidarse para detener a la Parca. Lucy ayuda a Frank a tener una experiencia cercana a la muerte poniéndolo en hipotermia y usando barbitúricos para detener su corazón. Dammers secuestra a Lucy y le revela que fue víctima de Charles Manson y su "Familia" en 1969.

En su forma fantasmal, Frank se enfrenta a la Parca y descubre que es el fantasma de Johnny Bartlett, un celador de hospital psiquiátrico que mató a doce personas en 1964, antes de ser capturado, condenado y ejecutado. Los informes de los periódicos revelan que su mayor deseo era convertirse en el asesino en serie más prolífico de la historia, mostrándose orgulloso de haber matado más que otros contemporáneos como Charles Starkweather. Patricia Bradley, entonces una adolescente, fue acusada como su cómplice, aunque se libró de la pena de muerte por ser menor de edad. Lucy resucita a Frank y visitan a Patricia. Sin que ellos lo sepan, Patricia sigue enamorada de Bartlett y en términos amistosos y homicidas con el fantasma de Bartlett, y acaba matando a su propia madre, que había estado intentando controlar el comportamiento de su hija. Lucy y Frank atrapan el espíritu de Bartlett en su urna, que Patricia ha conservado. La pareja se dirige a la capilla del hospital psiquiátrico, ahora abandonado, con la esperanza de enviar el fantasma de Bartlett al infierno.

Patricia y Dammers los persiguen por las ruinas. Dammers tira las cenizas, liberando de nuevo al fantasma de Bartlett antes de que Patricia mate a Dammers. El fantasma de Bartlett y Patricia persiguen a Frank y Lucy. Frank se da cuenta de que el fantasma de Bartlett, con la ayuda de Patricia, fue el responsable de la muerte de su esposa y del número de su frente, y que sigue intentando aumentar su número de cadáveres (y su infamia) incluso después de su muerte.

Sin balas, Patricia estrangula a Frank hasta la muerte, pero Frank en forma de espíritu arranca el espíritu de Patricia de su cuerpo, obligando a Bartlett a seguirlos. Bartlett atrapa el fantasma de Patricia, mientras que Frank consigue llegar al cielo, donde se reúne con Cyrus y Stuart, junto con su esposa Debra. Los espíritus de Bartlett y Patricia afirman que ahora volverán a reclamar más vidas, pero el portal del Cielo cambia rápidamente a una apariencia demoníaca y ambos son arrastrados al Infierno por una criatura gigante parecida a un gusano. Frank se entera de que aún no es su hora y es enviado de vuelta a su cuerpo mientras el espíritu de Debra le dice que "sea feliz".

Frank y Lucy se enamoran. Lucy es ahora capaz de ver fantasmas también. Más tarde, Frank comienza a demoler la casa de ensueño inacabada y a construir una vida con Lucy mientras el fantasma de Dammers, de aspecto taciturno, se pasea en el coche del sheriff Walt Perry. El sheriff, que también es amigo de Frank, se acerca a él y le revela que la policía ha descubierto una enorme colección de tablas de ouija en la habitación de Patricia. Esto hace que Frank se dé cuenta de cómo Johnny consiguió volver al mundo de los vivos, ya que Patricia utilizó la ouija para traerlo del infierno. Frank y Lucy disfrutan entonces de su picnic.