El título designa el tiempo y el lugar: un agosto inusualmente caluroso en una zona rural a las afueras de Pawhuska, Oklahoma. Beverly Weston (Sam Shepard), un alcohólico y otrora poeta, entrevista y contrata a una joven cheyenne, Johnna (Misty Upham), como cocinera y cuidadora de su esposa Violet (Meryl Streep), de carácter fuerte y contencioso, que padece cáncer de boca y adicción a los narcóticos. Poco después, él desaparece de la casa y Violet llama a su hermana y a sus hijas en busca de apoyo. Su hermana Mattie Fae (Margo Martindale) llega con su marido Charles Aiken (Chris Cooper). La hija mediana de Violet, Ivy (Julianne Nicholson), está soltera y es la única que vive en la localidad; Barbara (Julia Roberts), su hija mayor, que ha heredado la mala leche de su madre, llega desde Colorado con su marido Bill (Ewan McGregor) y su hija de 14 años, Jean (Abigail Breslin). Bárbara y Bill están separados, pero hacen un frente común para Violet.

Después de cinco días, el sheriff llega con la noticia de que Beverly se llevó su barco al lago y se ha ahogado. La hija menor, Karen (Juliette Lewis), llega con el último de una serie de novios, Steve Huberbrecht (Dermot Mulroney), un sórdido empresario de Florida al que presenta como su prometido. El tímido y torpe hijo de Mattie Fae y Charles, el "pequeño Charles" (Benedict Cumberbatch), se pierde el funeral porque se ha quedado dormido y es recibido en la estación de autobuses por su padre. Charles quiere a su hijo, mientras que Mattie Fae lo menosprecia constantemente. Ivy le confiesa a Bárbara que está enamorada de su primo, el "pequeño Charles", que planea mudarse a Nueva York, y que no puede tener hijos porque se sometió a una histerectomía. Siente que ésta es su única oportunidad de casarse finalmente.

La familia se sienta a cenar después del funeral, alimentada por las brutales "verdades" de Violeta, que hacen que Bárbara se abalance sobre su madre. Decide que está harta de la adicción a las drogas de su madre, la ataca, la tira al suelo y le confisca todos los tipos de pastillas que tiene. Más tarde, cuando Violet ha tenido la oportunidad de recuperar la sobriedad, tiene un momento de ternura con sus hijas y comparte una historia que demuestra lo cruel que fue su propia madre cuando anhelaba un nuevo par de botas de vaquera cuando estaba en su adolescencia, en lugar de darle a Violet las botas que quería le dio una caja bellamente envuelta en la mañana de Navidad que contenía viejas y sucias botas de trabajo de hombre como una broma viciosa.

Mientras el "pequeño Charles" le canta a Ivy una canción que ha escrito para ella, Mattie Fae entra y le reprende. Esto agota la paciencia de Charles con la falta de amor y compasión de su esposa por su propio hijo, y amenaza con dejarla si sigue así. Posteriormente, Mattie Fae revela a Bárbara, que ha escuchado involuntariamente, que hace tiempo tuvo una aventura con Beverly, y que el "pequeño Charles" es en realidad su hermanastro menor, además de su primo, y que esa es la verdadera razón por la que él e Ivy no pueden estar juntos.

Esa noche, Steve y Jean están compartiendo un porro. Steve se acerca a Jean, la emborracha, le pide que le enseñe los pechos y empieza a agredirla. Johnna se despierta por su conversación, lo ve y, intuyendo que pretende abusar de ella, va tras él con una pala. La conmoción despierta a Barbara, Bill y Karen, que salen corriendo. Barbara se enfrenta a Jean y la abofetea. Esto obliga a Bill a llevar a Jean de vuelta a Colorado, dejando a Barbara. Karen también se va con Steve.

Más tarde, Ivy intenta contarle a su madre su amor por el "pequeño Charles". Barbara intenta desviar la admisión. Violet le dice a Ivy que Charles es en realidad su hermano, algo que Violet sabía desde el principio. Ivy se va y promete no volver jamás. En el último enfrentamiento entre Violeta y Bárbara, Violeta admite que Beverly se puso en contacto con ella desde su motel la semana después de que él se fuera de casa, pero que no hizo nada para ayudarle hasta que sacó el dinero de la caja de seguridad conjunta de la pareja. Para entonces ya se había ahogado. Esta revelación lleva a Bárbara a marcharse, dándose cuenta de que su madre está más allá de la ayuda. Violeta se queda sólo con Johnna. Violeta se pone a bailar al ritmo de la música, pero rápidamente se altera demasiado y se va a buscar a Johnna para que la consuele.

Bárbara está conduciendo por las llanuras, se detiene, sale del coche, llora y luego vuelve a subir al coche y sigue la señalización que muestra las carreteras y el número de millas hasta Wichita, Salina y Denver.