La vida de Elliot Richards es bastante deprimente. Su trabajo apesta, no tiene amigos, y los únicos que le hacen caso son algunos de sus compañeros de oficina para tomarle el pelo. Además, está secretamente enamorado de Alison Gardner, una compañera del trabajo. Cuando Elliot dice que daría lo que fuera para que Alison estuviera con él, el Demonio se le aparecerá. Lo hará en la forma de una atractiva mujer que le ofrecerá siete deseos a cambio de su alma. Pero negociar con el Diablo tiene sus riesgos…

Los seis deseos que Elliot pidió no salieron como esperaba. Cuando sólo le queda uno para perder su alma, el protagonista se encuentra con Dios y comienza a replantearse las cosas.

En un peligroso encuentro con el Diablo, que está ansioso por echarle el guante al alma de Elliot, éste decide que su último deseo sea que Alison tenga una vida feliz. Y cosas de la vida, sacrificándose, Elliot salva su alma. Al parecer es el único que lo ha hecho y con ello se ha ganado retomar una vida normal.

Posteriormente, cuando Elliot intenta entablar relación con Alison, ésta le rechaza. Pero no todo va a salir mal, ya que el Diablo y Dios se han puesto de acuerdo para colocarle de vecina al protagonista una chica parecidísima a Alison y encima similar en personalidad a Elliot.