Frustrado por no poder obtener una confesión de Warren Stacy (Gene Davis) un asesino en serie que sabe que es culpable, Leo Kessler (Charles Bronson) planta pruebas para conseguir un arresto.

Sin embargo, cuando su compañero lo descubre, Kessler se da cuenta de que cometió un gran error y confiesa al juez su mala conducta. Kessler es despedido de la policía, y Stacy queda libre.

Stacy, en venganza apunta a la hija de Kessler, Laurie (Lisa Eilbacher) pero termina asesinando a sus tres compañeros de cuarto. Cuando Kessler la acorrala desnuda en la calle, Stacy dice que oye voces, señalando que puede alegar locura y que un día volverá a ser libre.

Kessler dice "no lo harás" y le dispara en la cabeza delante de la policía. Este acto salva a su hija del daño, pero pone en duda su libertad, considerando que mató a un hombre desarmado a sangre fría.