Final de Alicia en el país de las maravillas explicado
En un parque de Inglaterra, una niña llamada Alicia escucha distraídamente la lección de historia de su hermana y empieza a soñar despierta con un mundo sin sentido. Ve pasar a un Conejo Blanco con chaleco, que se queja de llegar tarde. Alicia lo sigue hasta una madriguera y se precipita por un profundo agujero. Al aterrizar, se encuentra frente a una puerta diminuta, cuyo pomo aconseja beber de una botella que hay en una mesa cercana. Se encoge hasta alcanzar una altura adecuada, pero ha olvidado la llave que hay sobre la mesa. Entonces come una galleta que la hace crecer excesivamente. Exasperada por estos cambios de estado, comienza a llorar e inunda la habitación. Vuelve a beber un sorbo de la botella para encogerse de nuevo, y monta la botella vacía por el ojo de la cerradura. Mientras Alicia sigue al Conejo, se encuentra con numerosos personajes, entre ellos Tweedledum y Tweedledee, que le cuentan el cuento de “La Morsa y el Carpintero”. Alicia sigue el rastro del Conejo hasta su casa; él la confunde con su criada, “Mary Ann”, y la envía al interior para que recupere sus guantes. Mientras busca los guantes, Alicia encuentra y come otra galleta y se hace gigante, quedando atrapada en la casa. Pensando que es un monstruo, el Conejo pide al Dodo que le ayude a expulsarla. Cuando el Dodo decide quemar la casa, Alicia escapa comiendo una zanahoria del jardín del Conejo, lo que hace que se encoja hasta medir cinco centímetros.
Siguiendo al Conejo, Alicia se encuentra con un jardín de flores parlantes que al principio le dan la bienvenida con una canción, pero luego la destierran, creyendo que los humanos son un tipo de hierba. Alicia se encuentra entonces con una Oruga, que se enfada con Alicia después de que ésta se lamenta de su pequeño tamaño (que es el mismo que el de la Oruga), tras lo cual la Oruga se convierte en mariposa y se va volando. Antes de marcharse, la oruga aconseja a Alicia que coma un trozo de diferentes lados de una seta para modificar su tamaño. Tras un periodo de prueba y error, vuelve a su altura original y guarda los trozos restantes en su bolsillo. En el bosque, Alicia se queda atascada entre varios caminos y se encuentra con el Gato de Cheshire, que le sugiere que interrogue al Sombrerero Loco o a la Liebre de Marzo para conocer la ubicación del Conejo, pero no le ayuda a dar indicaciones. Tomando su propio camino, Alicia encuentra a ambos, junto con el Lirón, en medio de una celebración de “no cumpleaños”. El Sombrerero y la Liebre le piden a Alicia que les explique su situación, a lo que Alicia intenta pero se frustra por sus interrupciones y su lógica absurda. Cuando se dispone a marcharse, aparece el Conejo y el Sombrerero intenta reparar su reloj de bolsillo, lo que provoca su destrucción. Alicia intenta seguir al Conejo después de que éste sea expulsado del local, pero su entorno cambia por completo, dejándola perdida en el bosque.
El Gato de Cheshire reaparece ante la abatida Alicia y le ofrece un camino hacia la Reina de Corazones, la única que puede llevarla a casa. En el laberíntico jardín de la Reina, Alicia es testigo de cómo la Reina -a la que el Conejo sirve de chambelán- condena a un trío de naipes a la ejecución por pintar de rojo unos rosales blancos plantados por error. La Reina invita a una reticente Alicia a jugar contra ella en un partido de croquet, en el que se utilizan como equipo flamencos vivos, guardianes de las cartas y erizos. El equipo amaña el juego a favor de la Reina. El Gato aparece de nuevo y le juega una mala pasada a la Reina, tendiéndole una trampa a Alicia. Antes de que la Reina pueda ordenar su ejecución, el Rey sugiere un juicio formal. En el juicio de Alicia, el Gato invoca más caos al hacer que Alicia lo señale, haciendo que uno de los testigos -el Lirón- entre en pánico. Mientras la Reina ordena la ejecución de Alicia, ésta se come los trozos de seta para crecer, intimidando momentáneamente al tribunal. Sin embargo, el efecto del hongo es de corta duración, obligando a Alicia a huir a través del deteriorado reino con una gran multitud en su persecución. Cuando Alice llega a la pequeña puerta que encontró, se ve a sí misma durmiendo a través del ojo de la cerradura. Alicia sale de su sueño y vuelve a casa para tomar el té con su hermana.