Final de Amanecer
(1927)Final de Amanecer (1927)
""Una obra maestra artística y también un placer de ver""
Título original: Sunrise: A Song of Two Humans
Sinopsis
Un granjero convive felizmente en el campo con su esposa. Pero la aparición de una seductora mujer de la ciudad hace que comience a enamorarse de ésta, y a pensar que su mujer es un estorbo que se interpone en la felicidad entre él y su nueva y sofisticada amante.
F. W. Murnau
Director
Hugo Riesenfeld
Compositor
Charles Rosher
Fotógrafo
William Fox
Productor
Hermann Sudermann
Autor
Reparto principal
George O’Brien
Janet Gaynor
Margaret Livingston
Bodil Rosing
J. Farrell MacDonald
Ralph Sipperly
Como acaba Amanecer
Una mujer de la ciudad que está de vacaciones (Margaret Livingston) se queda en un pueblo junto al lago durante semanas. Al anochecer, se dirige a una granja donde el hombre (George O'Brien) y la mujer (Janet Gaynor) viven con su hijo. Ella silba desde la valla exterior. El Hombre está desgarrado, pero finalmente se marcha, dejando a su mujer con los recuerdos de tiempos mejores en los que estaban profundamente enamorados.
El hombre y la mujer se encuentran a la luz de la luna y se besan apasionadamente. Ella quiere que él venda su granja -que no ha ido bien últimamente- para unirse a ella en la ciudad. Cuando ella le sugiere que resuelva el problema de su esposa ahogándola, él la estrangula violentamente, pero incluso eso se disuelve en un apasionado abrazo. La Mujer recoge manojos de cañas para que, cuando la barca vuelque, el Hombre pueda mantenerse a flote.
La Mujer no sospecha nada cuando su marido le propone ir de excursión, pero cuando salen a cruzar el lago, pronto empieza a sospechar. Él se prepara para arrojarla por la borda, pero cuando ella le pide clemencia, se da cuenta de que no puede hacerlo. Rema frenéticamente hacia la orilla, y cuando el barco llega a tierra, la Esposa huye.
Ella sube a un tranvía y él la sigue, rogándole que no le tenga miedo. El tranvía los lleva a la ciudad. El miedo y la decepción de ella son abrumadores. Él le ofrece flores y pan y, finalmente, ella deja de llorar y acepta sus regalos. Al salir de nuevo a la calle, se conmueven al ver a una novia entrar en una iglesia para su procesión, y la siguen dentro para ver la boda. El hombre se derrumba y le pide perdón. Tras una reconciliación entre lágrimas, continúan su aventura en la ciudad, haciéndose una foto juntos y visitando un parque de atracciones. Al anochecer, suben al tranvía para volver a casa.
Pronto vuelven a navegar por el lago bajo la luz de la luna. Una repentina tormenta hace que su barco comience a hundirse. El Hombre se acuerda de los dos haces de cañas que había colocado antes en la barca y los ata alrededor de la Esposa. La barca vuelca y el Hombre se despierta en una orilla rocosa. Reúne a los habitantes del pueblo para que busquen en el lago, pero lo único que encuentran es un haz de cañas roto que flota en el agua.
Convencido de que la Esposa se ha ahogado, el Hombre, desconsolado, vuelve a casa a trompicones. La mujer de la ciudad va a su casa, asumiendo que su plan ha tenido éxito. El Hombre comienza a asfixiarla. Entonces la doncella le dice que su esposa está viva, así que suelta a la Mujer y corre hacia la Esposa, que ha sobrevivido aferrándose a un último manojo de cañas.
El Hombre se arrodilla junto a la cama de la Esposa mientras ésta abre lentamente los ojos. El Hombre y la Esposa se besan, mientras el carruaje de la Mujer de la Ciudad rueda colina abajo hacia el lago, y la película se disuelve hasta el amanecer.