Un hombre estadounidense y antiguo operador de las Fuerzas Delta, Yusuf (Sheen), graba una cinta de vídeo. Cuando la agente especial del FBI Helen Brody (Moss) y su equipo ven los boletines de noticias que buscan a Yusuf, inician una investigación, que se ve truncada cuando son convocados a un instituto, que ha sido convertido en un sitio negro bajo mando militar. Se les muestra la cinta completa de Yusuf, en la que amenaza con detonar tres bombas nucleares en distintas ciudades de Estados Unidos si no se cumplen sus exigencias.

Un interrogador especial, "H" (Samuel L. Jackson), es traído para obligar a Yusuf a revelar la ubicación de las bombas nucleares. H no tarda en demostrar su capacidad y crueldad cortando uno de los dedos de Yusuf con un pequeño hacha. Horrorizada, la agente especial Brody intenta poner fin a las medidas. Sus superiores le dejan claro que las consecuencias potencialmente desastrosas hacen necesarias estas medidas extremas. A medida que se desarrolla la trama, H intensifica sus métodos (con Brody como "policía bueno"). Brody se da cuenta de que Yusuf anticipó que sería torturado. Yusuf plantea entonces sus exigencias: quiere que el presidente de Estados Unidos anuncie el cese del apoyo a los gobiernos títeres y a las dictaduras de los países musulmanes y la retirada de las tropas estadounidenses de todos los países musulmanes. El grupo descarta inmediatamente la posibilidad de que se cumplan sus exigencias, alegando la política declarada por el gobierno estadounidense de no negociar con terroristas.

Cuando Brody acusa a Yusuf de fingir la amenaza de bomba para hacer una observación sobre el carácter moral de Estados Unidos como nación, éste se derrumba y acepta que todo era una treta. Le da una dirección para demostrarlo. Encuentran una habitación que coincide con la escena de la cinta de vídeo y encuentran pruebas en el tejado. Un soldado retira un cuadro de un interruptor eléctrico, lo que desencadena una tremenda explosión de C-4 en un centro comercial cercano visible desde el tejado. La explosión mata a 53 personas. Enfadado por las muertes sin sentido, Brody vuelve junto a Yusuf y le corta el pecho con un bisturí. Yusuf no tiene miedo y le exige que le corte. Justifica las muertes en el centro comercial, afirmando que los americanos matan a esa cantidad de gente cada día. Yusuf dice que se dejó atrapar para poder enfrentarse a sus opresores.

H se pregunta si Yusuf revelará la ubicación de las bombas a menos que se encuentre a la esposa de Yusuf. Cuando la detienen, H la lleva delante de su marido y la amenaza con mutilarla delante de él. Brody y los demás comienzan a sacarla de la habitación con disgusto. Desesperado, H la degüella y muere desangrada delante de Yusuf. Todavía sin cooperación, H dice a los soldados que traigan a los dos hijos de Yusuf, un niño y una niña. Fuera de la audiencia de Yusuf, asegura a todos que no hará daño a los niños. Traen a los niños de Yusuf y H deja claro que los torturará si no se divulga la ubicación de las bombas. Yusuf se quiebra y da tres direcciones (en Nueva York, Los Ángeles y Dallas), pero H no se detiene, lo que obliga a los demás a intervenir. Citando la cantidad de material nuclear que Yusuf tenía potencialmente a su disposición (se informó de que faltaban entre 15 y 18 libras, y que se necesitaban unas 4½ libras por dispositivo), H insiste en que Yusuf no ha admitido nada sobre una cuarta bomba hasta ahora no mencionada. H señala que todo lo que ha hecho Yusuf hasta ahora ha sido planificado meticulosamente. Sabía que la tortura probablemente lo quebraría, y habría estado seguro de colocar una cuarta bomba, por si acaso.

El objetivo de la tortura anterior no era quebrar a Yusuf, sino dejar claro lo que les ocurriría a sus hijos si no cooperaba. El oficial a cargo de la operación exige que H traiga de nuevo a los hijos de Yusuf para un nuevo interrogatorio. H exige que Brody vuelva a traer a los niños porque su decencia le dará la aprobación moral que necesita para hacer lo "impensable". Cuando Brody se niega a recuperar a los niños para H, desata a Yusuf, liberándolo sarcásticamente. El funcionario saca su pistola y apunta a H para obligarle a seguir interrogando. Yusuf coge la pistola del funcionario. Le pide a Brody que cuide de sus hijos y se suicida. Brody sale del edificio con los hijos de Yusuf.