La película comienza con Mario de camino a La Paz. Mientras el autobús se desplaza por el campo, vemos flashbacks de los recuerdos que Mario tiene de su mujer, y de su hijo, que vive en Miami. Mario intenta conseguir un visado de Estados Unidos para ir allí a visitar a su hijo, y eventualmente quedarse a vivir en ese país. Al principio el proceso parece ir bien. Mario entrega sus papeles a la embajada estadounidense, donde le dicen que todo está en orden y que puede volver en una semana para obtener su visado. Pensando que el visado está asegurado, compra un billete para Miami. Luego, al volver al hotel donde se aloja, conoce a Blanca, una bailarina exótica que también vive allí. Él le dice que se va a Estados Unidos a vivir con su hijo, pero ella intenta convencerle de que se quede en Bolivia porque no cree en el "sueño americano". Sin embargo, a pesar de sus sueños tan diferentes, los dos comparten una atracción inmediata, y rápidamente entablan una prometedora relación.

Al cabo de una semana, él vuelve a la embajada y descubre que su visado ha sido denegado. Un funcionario le dice que debe decir que no intentará quedarse en Estados Unidos, algo que no puede hacer. Naturalmente, Mario se enfada y es sacado a la fuerza de la oficina. Fuera de la embajada, una mujer le da la tarjeta de visita de una empresa que podría ayudarle con el visado. Al visitar su oficina, descubre que la empresa le cobrará 5.000 dólares por facilitarle el visado. Se trata, por supuesto, de una cantidad de la que no dispone.

Continúa su relación con Blanca mientras piensa en las posibilidades de conseguir el dinero. Cuando vende algo de oro a una mujer en una tienda, se le ocurre un plan. Durante días vigila la tienda y sigue al mensajero tras el cierre de la misma. Descubre que el dueño de la tienda tiene varios negocios del mismo tipo. Al cabo de un tiempo decide robar al dueño para conseguir el dinero que necesita. Mientras tanto, Blanca se ha enamorado de él. Finalmente, Don Mario entra en la casa del dueño para robarle, pero durante el robo, Mario es descubierto y en la consiguiente pelea con el dueño, Mario le golpea, haciéndole caer al suelo. En ese momento, Mario piensa que lo ha matado, y vuelve al hotel, lamentando lo que ha hecho.

Al día siguiente, Mario se pone en contacto con el agente de documentos y compra el visado. Descubre que el funcionario de la embajada estadounidense, un hombre corrupto y sin escrúpulos, es la fuente del visado. Tras recibir el visado, planea la visita a su hijo, pero el hombre al que asaltó tiene otros planes, enviando a dos de sus trabajadores para que lo secuestren y lo arrastren al campo para interrogarlo. Cuando se dan cuenta de que Mario ya no tiene el dinero, le dan una paliza y lo tiran por un precipicio.

Sin embargo, la suerte está con Mario. No lo matan, sino que lo llevan a un hospital, donde se reúne con Blanca. Tras recuperarse, pospone sus planes de viajar a Miami y se va con Blanca a visitar su pueblo.