Final de Arrástrame al infierno
(2009)Final de Arrástrame al infierno (2009)
"Christine tiene un buen trabajo, un novio estupendo y un futuro brillante. Pero en tres días, conocerá el infierno."
Título original: Drag Me to Hell
Sinopsis
La joven Christine Brown, ambiciosa apoderada de un banco de Los Ángeles, sale con un hombre encantador, el profesor Clay Dalton. El trabajo de Christine consiste en conceder préstamos hipotecarios. Un día la señora Ganush, una misteriosa anciana, va al banco para pedirle una moratoria, pero Christine se la niega y la señora Ganush pierde su casa. La anciana decide entonces vengarse lanzándole una maldición que convierte su vida en un infierno. Ante la incomprensión de su escéptico novio, Christine busca la ayuda de un vidente para salvar su alma de una condenación eterna. Intentando ayudarla a recobrar una vida normal, el vidente la guía en una frenética carrera para conjurar el hechizo. Pero las fuerzas del mal se acercan y Christine debe enfrentarse a algo impensable.
Sam Raimi
Director
Sam Raimi
Escritor
Christopher Young
Compositor
Peter Deming
Fotógrafo
Grant Curtis
Productor
Reparto principal
Alison Lohman
Justin Long
Lorna Raver
Dileep Rao
David Paymer
Adriana Barraza
Como acaba Arrástrame al infierno
Después de recibir la maldición de la Sra. Ganush (Lorna Raver), Christine (Allison Lohman) intenta diferentes formas de deshacerse de ella, desde sacrificar a su gato, hasta una sesión espiritista.
Finalmente, le dicen que la única forma de vencer la maldición es darle el artículo que la Sra. Ganush maldijo (un botón de la chaqueta) a otra persona. Ella termina dando el artículo (en un sobre cerrado) al cadáver de Ganush, quien murió un par de días después de que Christine recibiera la maldición.
Aliviada de haber vencido la maldición, va a la estación de tren para encontrarse con su novio Clay (Justin Long).
Luego le revela que ella cogió el sobre equivocado, y él tenía el botón sellado.
Sorprendida, Christine cae sobre las vías del tren, mientras un tren viene hacia ella. Antes de que pueda ser golpeada, las manos demoníacas salen del suelo y la arrastran al infierno, incinerando su piel en el camino, mientras Clay observa con horror.