Final de Asediada explicado
En un viejo piso de Roma, vive Jason Kinski, un excéntrico pianista inglés; Shandurai, una chica africana que estudia medicina en la universidad, vive con él y hace la limpieza a cambio de una habitación. Jason, que se pasa el día al piano dando clases de música, se enamora de ella. La chica no corresponde a sus sentimientos, en parte porque tiene un marido detenido en África por motivos políticos. Por ello, Jasón inicia un dulce asedio amoroso, esperando ser correspondido tarde o temprano. Shandurai, tras un enfrentamiento en el que Jason le declara abiertamente su amor, le dice que si realmente está dispuesto a hacer cualquier cosa por ella, entonces que libere a su marido.
Al enterarse, Jason decide hacer algo por el marido de Shandurai y, tras ponerse en contacto con la comunidad africana de Roma, intenta reunir la suma necesaria para liberar al marido de la chica, vendiendo todo el arte y las antigüedades que posee, incluido el precioso piano, demostrando que su amor supera incluso su pasión por la música. Finalmente, Shandurai recibe una carta de su marido en la que le informa de su inminente salida de la cárcel y de que se reunirá con ella en Roma.
Poco a poco, la muchacha, intuyendo que Jasón está detrás de este regreso, comienza a vincularse con él, atenazada por tanta devoción hacia él, hasta la noche anterior a la llegada de su marido, en la que el músico inglés será recompensado por su torpe pero ilimitado amor. A la mañana siguiente, mientras los dos están todavía en la cama, el marido de Shandurai llama al timbre, pero la chica, aunque despierta, no le abre inmediatamente la puerta, dejando el final de la película abierto, suspendido entre el regreso con su marido y el nacimiento del amor con Jason, pero quizás el sueño de una noche no cuente (de hecho, en la escena final, se ve claramente a la mujer salir de la cama y se adivina que va a abrir la puerta)