Cuando la brillante abogada Louise llega a su casa de campo y encuentra pétalos de rosa esparcidos por el suelo, imagina que su esposo Ian le está preparando una sorpresa romántica. Sin embargo, esa acogida en realidad está destinada a Sara, la amante de Ian, con quien él planea mudarse a París. Louise encuentra a Ian en la habitación escribiéndole una carta de despedida y, al no aceptar ser abandonada y quedarse sola a su edad, secuestra a su marido y lo ata a una silla.

Louise se deshace de Sara, quien había llegado para llevar a Ian con sus padres antes de la partida, y le hace creer que ha aceptado la traición, que descubre ha estado ocurriendo desde hace mucho tiempo. Luego, Louise intenta de todas las formas posibles hacer que Ian se enamore nuevamente de ella, pero él sigue repitiendo obstinadamente que su matrimonio ya está carente de entusiasmo y la acusa de ser la responsable de esa situación.

Mientras Louise sale para ir al supermercado, Ian logra llamar a un joven, Todd, para que lo libere. Sin embargo, Todd se niega a ayudarlo y también inmoviliza a Louise cuando regresa. Todd aprovecha la situación para robar en la casa e invita a sus amigos, organizando una fiesta salvaje mientras Ian y Louise se apoyan mutuamente y se intercambian gestos afectuosos.

A la mañana siguiente, Sara llega a la casa, furiosa con Ian porque no se presentó en el aeropuerto, y encuentra a Todd y su banda, quienes también la secuestran. En el baño se desata una violenta discusión entre Louise y Sara por el corazón de Ian; sin embargo, los tres logran liberarse y llaman a la policía, pero Todd ya se ha marchado y la situación no lleva a nada. En ese momento, Ian le comunica a Sara que ha descubierto que no puede vivir sin Louise y que quiere estar con ella.

Un año después, Ian y Louise parecen haber encontrado finalmente la felicidad con el nacimiento de una niña. Una tarde, mientras están fuera para almorzar, Louise saluda a Todd sin darse cuenta y a Ian le surge la terrible sospecha de que su esposa había planeado todo como una maniobra desesperada para hacer que se enamorara nuevamente de ella.