Mientras el resto del equipo se prepara para la noche del estreno, el jefe de la mafia Nick (Joe Viterelli) se enfrenta a Cheech (Chazz Palminteri) por sus sospechas de que Cheech mató a la novia de Nick, Olive (Jennifer Tilly). Aunque es culpable, Cheech rechaza a los gángsteres e insiste en que necesita ir al teatro para desearle buena suerte al equipo.

Persiguen a Cheech hasta el teatro y lo matan a tiros entre bastidores mientras la obra está en marcha. Cheech muere en brazos del dramaturgo David Shayne (John Cusack), susurrando el tan repetido remate de la película, "No hables".

A pesar de recibir maravillosas críticas por la obra, David Shayne sale del teatro esa noche para buscar a su ex-novia (Mary Louise Parker), y le pide que se case con él y se vaya de la ciudad inmediatamente. Ya no es un artista.