La película comienza con vídeos caseros de un matrimonio en la playa con su hijo pequeño. Un joven lee a un pequeño grupo un cuento sobre un chico y una chica, diciendo que no lo sabían, pero que sus vidas cambiarían un día irremediablemente. Pero se da cuenta de que nadie del grupo le presta atención. Bill (Michael Sheen) y Kate (Maria Bello) son un matrimonio muy unido y entregado a su trabajo. Bill es un hombre de negocios y Kate se gana la vida corrigiendo libros. Lo único que les mantiene unidos es su hijo de dieciocho años, Sam (Kyle Gallner), que tiene problemas para adaptarse a la universidad.

Una mañana, las noticias informan de que se ha producido un tiroteo en la escuela de Sam. Entonces reciben la visita de la policía, que les informa de que Sam no sólo está muerto, sino que fue el autor del tiroteo. Kate se niega a creer que su hijo haya hecho algo tan horrible y pasa la noche ordenando la habitación de Sam, que ha sido registrada por la policía. Al día siguiente, cuando los medios de comunicación se abalanzan sobre la pareja, Bill y Kate deciden quedarse con el hermano de Kate, Eric (Alan Tudyk), y su esposa Trish (Moon Bloodgood). A la mañana siguiente, el hijo de Eric y Trish, Dylan (Cody Wai-Ho Lee), enciende la televisión y ve un vídeo realizado por Sam sobre la inminente masacre. Bill decide entonces emitir un comunicado público en el que dice que ambos lamentan profundamente lo sucedido y piden su privacidad mientras se esfuerzan por reconducir sus vidas. Celebran un pequeño funeral en el que sólo está presente la familia.

Trish no tarda en enfadarse por los remilgos de Kate y por sus intentos de hacer de madre de Dylan, pero Eric le dice que tiene que ser sensible a su situación, ya que Sam era su único hijo. Finalmente se van, diciendo que van a visitar a un amigo, pero se registran en un motel. El gerente (Meat Loaf), sin saber quiénes son, hace un comentario sobre Sam y su "monstruosa familia". Bill y Kate pasan la noche juntos y parecen reavivar sus sentimientos románticos. Luego Bill vuelve a la casa donde encuentra a un adolescente en la habitación de Sam revisando sus pertenencias. Tienen una breve pelea en la que Bill se corta la mano y el chico le llama "psicópata". Vuelve al motel con su portátil y encuentra un vídeo de Sam. Él y Kate lo ven juntos; Sam sólo dice "mamá y papá, lo siento, por favor no me odien".

Bill y Kate se enzarzan en una discusión sobre la causa de que Sam haya matado a todos esos inocentes. Bill arremete contra Kate por criticar siempre todas las decisiones que tomaba Sam, pero ella dice que él nunca estuvo ahí para ellos porque siempre estaba muy ocupado trabajando. Bill termina diciendo que desearía que Sam nunca hubiera nacido y Kate se va.

Kate vuelve a su casa por primera vez desde el tiroteo y revisa la habitación de Sam. Bill se reúne con su jefe Harry (Bruce French), que acepta a regañadientes que pueda volver al trabajo la próxima semana. Mientras hace la compra, Kate se encuentra con su joven compañero de trabajo Cooper (Austin Nichols). Vuelven a la casa, tras compartir un triste recuerdo él se excusa para ir al baño. Kate descubre entonces que Cooper está investigando a Sam cuando encuentra el cuaderno de Cooper. Ella lo encuentra en la habitación de Sam mirando las historias de Sam. Le dice que está escribiendo un artículo sobre el tiroteo, pero que quería retratar a Sam bajo una luz más humana aprendiendo más sobre él. Entristecida, Kate le pide que se vaya. Bill finalmente vuelve al trabajo, pero se siente alienado por el resto del personal que no deja de mirarle. Después de que Bill reclame furiosamente cuál es su problema, Harry le dice a Bill que se tome más tiempo libre para ver a un terapeuta, por lo que renuncia.

Más tarde, Bill visita el cementerio y encuentra la lápida de Sam destrozada, con la palabra asesino escrita en ella. Se derrumba física y emocionalmente mientras intenta borrar la palabra con su mano vendada. Kate lee todas las historias de Sam y también va a la lápida de Sam. Recibe una llamada del gerente del motel sobre Bill y lo encuentra acurrucado y deprimido en su antigua habitación. Kate abraza a Bill, emocionalmente perturbado, y lo lleva a su casa.

La voz de Sam se escucha de nuevo mientras termina su breve historia sobre el niño y la niña. Dice que, hagan lo que hagan, sus vidas nunca serán iguales.