Amada (Thandie Newton) ES, de hecho, la hija muerta de Sethe (Oprah Winfrey), la que -como se muestra en un flashback- asesinada hace años, cortándose la garganta con una sierra, tratando de impedir que se llevaran a sus hijos como esclavos a las plantaciones.

Sethe se da cuenta de esto cuando, una vez, mientras estaba sentada en el fuego junto con ella y Denver (Kimberly Elise), Amada comienza a tararear una canción que solo uno de sus hijos sabría; entonces, Amado inclina su cabeza hacia atrás, revelando una cicatriz en el cuello, que revela que ella es la reencarnación de la niña muerta. Con esto, Beloved consigue tener a Sethe completamente bajo su influencia.

Las cosas comienzan a deteriorarse en la casa de Sethe: Sethe descuida su trabajo, por lo que la despiden; el poco dinero que tiene, lo agota en dulces y caprichos para Amada  mientras descuida por completo a Denver.

Por otra parte, Amada está caminando por ahí, desnuda y visiblemente embarazada del bebé de Paul D. (Danny Glover).

Todo esto obliga a Denver a sacar el valor para romper su burbuja y abandonar la casa en busca de trabajo y ayuda para su madre.

Los vecinos se enteran de la situación y van a la casa para rezar y cantar, para deshacer el aparente hechizo sobre Sethe. En el clímax de esta situación, Sethe ve entre la multitud a un hombre que se parece al esclavista que intentó llevarse a sus hijos y corre hacia él con un cuchillo, pero Denver y los vecinos logran calmarla, mientras Amada grita frenéticamente para llama su atención.

Sethe tiene un colapso físico y mental, pero luego Beloved se desvanece en el aire, liberándola para siempre.

El tiempo pasa. Denver se encuentra con Paul D. otra vez en la calle, lo ve muy maduro y seguro de si mismo; mantienen una conversación amistosa, y ella lo invita a visitarlos, pero le pide que tenga cuidado con lo que le dice a Sethe.

Paul D. cumple y visita a Sethe, que lamenta haber perdido a Beloved de nuevo; él promete cuidar de ambas.