Final de Betty Anne Waters
(2010)Final de Betty Anne Waters (2010)
Título original: Conviction
Sinopsis
Betty Anne Waters es un ejemplo de estoicismo, solidaridad y entrega. En 1983, su hermano Kenny fue condenado a cadena perpetua por un asesinato que no cometió. Por aquel entonces, Betty Anne, que trabajaba como camarera en un bar, era una mujer de 28 años divorciada y con dos hijos. Completamente convencida de la inocencia de su hermano, se puso a estudiar derecho y cuando terminó la carrera se convirtió en su representante legal para luchar por conseguir su exculpación.
Tony Goldwyn
Director
Paul Cantelon
Compositor
Tony Goldwyn
Productor
Reparto principal
Hilary Swank
Sam Rockwell
Minnie Driver
Melissa Leo
Peter Gallagher
Ari Graynor
Como acaba Betty Anne Waters
La vida de Betty Anne Waters gira en torno a su hermano Kenneth, que ahora está en la cárcel por asesinato. A pesar de que Kenny tiene la costumbre de meterse en problemas, siempre han estado muy unidos. Tras el asesinato de Katherina Reitz Brow, el 21 de mayo de 1980, en Ayer, Massachusetts, Kenny es detenido inicialmente para ser interrogado por la sargento Nancy Taylor, pero es puesto en libertad. Dos años más tarde, basándose en el nuevo testimonio de dos testigos, Kenny es detenido y juzgado. Las pruebas presentadas en el juicio de Kenny son totalmente circunstanciales, pero es declarado culpable de asesinato en primer grado y condenado a cadena perpetua sin libertad condicional. Los tres principales testigos contra él son el sargento Taylor, su ex esposa Brenda y su ex novia Roseanna.
Tres años después, Betty Anne vive con su marido, Rick, y sus dos hijos, Richard y Ben. Está desesperada por no saber nada de Kenny, que la llama cada semana desde la cárcel, y finalmente descubre que intentó suicidarse. Betty Anne decide volver a estudiar y convertirse en abogada para poder exonerarlo, pero su marido se muestra escéptico e insolidario, y finalmente se separan. Mientras Betty Anne lucha por ser una madre trabajadora que asiste a la facultad de Derecho, los flashbacks revelan que su madre era insensible y poco cariñosa, obligando a Kenny y a Betty Anne a valerse por sí mismos. Los dos estaban muy unidos, pero a menudo se metían en problemas, y finalmente fueron apartados de su madre y enviados a hogares de acogida separados.
Betty Anne sigue visitando a Kenny en la cárcel, trabajando en un bar mientras va a la escuela, pero su apretada agenda hace que se pierda una salida planeada con sus hijos, que deciden que estarían mejor viviendo con su padre. Con dificultades en los estudios, desmoralizada y agotada, Betty Anne deja de ir a las clases, hasta que una amiga del colegio, Abra, va a su casa y la incita a levantarse, vestirse y volver a las clases.
En un grupo de estudio, Betty Anne se entera del nuevo campo de las pruebas de ADN y se da cuenta de que esto podría ser la clave para anular la condena de Kenny, ya que en el momento del juicio sólo se habían cotejado los tipos de sangre. Se pone en contacto con el abogado Barry Scheck, del Proyecto Inocencia. El retraso en los casos significará una espera de al menos 18 meses, a menos que pueda aprobar el examen de abogacía y encontrar ella misma las pruebas de sangre del juicio de Kenny para hacerlas analizar. Aprueba el examen de abogacía y empieza a trabajar duro para sacar a su hermano de la cárcel. Al principio le ponen trabas y luego le dicen que las pruebas han sido destruidas, pero se niega a rendirse, y ella y Abra se embarcan en una odisea para recuperar las pruebas que aún puedan estar guardadas en algún lugar.
En el proceso, Betty Anne se entera de que Nancy Taylor fue despedida del departamento de policía por fabricar pruebas en otro caso, lo que profundiza las sospechas de Betty Anne sobre la condena de Kenny y las pruebas presentadas en el juicio. Le dicen que las pruebas han sido trasladadas al juzgado, pero que después de 10 años han sido destruidas. Negándose a rendirse, ella y Abra viajan a Ayer y piden personalmente al supervisor del juzgado que busque en los registros y se encuentran las pruebas. Los resultados del ADN determinan que la sangre no es de Kenny. Betty Anne y Kenny se alegran de su liberación, pero Martha Coakley, de la oficina del fiscal del distrito, se niega a anular la condena, alegando que todavía hay pruebas suficientes para condenar a Kenny como cómplice. Kenny está convencido de que, pase lo que pase, las autoridades encontrarán la manera de mantenerlo en prisión para evitar admitir su error. Betty Anne vuelve a tener el corazón destrozado, pero se niega a rendirse después de que Scheck le comunique que su descubrimiento no sólo demuestra la inocencia de Kenny, sino también que los principales testigos contra él mentían.
Betty Anne, Abra y Scheck visitan a los otros dos principales testigos del juicio, la ex mujer de Kenny y su ex novia. Ambas confiesan entre lágrimas que el sargento Taylor las obligó a cometer perjurio en el juicio de Kenny. Gracias a la declaración jurada de la ex mujer de Kenny y a las pruebas de ADN, se anula la condena de Kenny y éste sale de la cárcel en junio de 2001. Betty Anne consigue convencer a su hija Mandy, con la que no había tenido contacto desde que era pequeña, de que nunca dejó de intentar acercarse a ella mientras estaba en prisión. Consigue reencontrarse con su hija y se reúne con su hermana y sus hijos.
En el epílogo se dice que Betty Anne sigue trabajando en el colegio de abogados, así como en el Proyecto Inocencia, para evitar condenas injustas. También ganó un importante acuerdo contra el departamento de policía de Ayer por la condena de Kenny, aunque Nancy Taylor (a quien también ganó el acuerdo) nunca fue acusada por haber prescrito. Lamentablemente, nunca se ha encontrado al verdadero asesino de Katherina Brow.