Final de Bloodline explicado
Evan Cole (Sean William Scott) es un trabajador social para niños de secundaria, un marido devoto y un padre cariñoso para su hijo recién nacido, Andrew. También es un asesino en serie, provocado por años de trauma y abuso por parte de su padre, que culminó con Evan asesinando a su padre y a su madre, Marie (Dale Dickey) encubriéndolo. La propia Marie tiene tendencias asesinas.
Evan persigue a tres hombres que abusaron de sus estudiantes de varias maneras, mientras que Marie asesina a una enfermera abrasiva que fue demasiado dura con la esposa de Evan, Laurie. Las cosas empiezan a ir mal cuando Chris (Matthew Bellows), cuyo padre había matado, se da cuenta de que Evan sabe cosas que no debería.
Marie habla con Laurie, y le hace recordar su terrible educación, sola e implicada en tener un trauma propio, recordándole que las madres hacen cualquier cosa para proteger a sus hijos. Laurie dice que necesita un día de descanso, pero llama a Chris diciendo que le tiene miedo a Evan y le pide que se reúnan. Cuando lo hacen, ella confirma que Evan mató a su padre, y lo mata a tiros, escenificando un suicidio. Evan la siguió y sonríe, dándose cuenta de que está dispuesta a proteger a la familia.
Laurie publica una confesión en Internet, afirmando que Chris mató a adultos abusivos, a su padre y luego a sí mismo. La sospecha de Evan se disuelve con el suicidio y la confesión.
La película termina con Evan y Laurie viendo a su hijo en su cuna, con la implicación de que desafortunadamente Andrew heredará probablemente el impulso familiar de matar.