Elinor consigue que los jefes de los otros 3 clanes vayan al castillo y para que los príncipes del clan compitan por la mano de Mérida.

Mérida se pone furiosa cuando lo descubre y derrota a todos los príncipes en un concurso de tiro con arco. Enojada, rompe un tapiz que representa a su familia y se escapa por el bosque. Allí, se encuentra con una bruja que acepta hechizar a Elinor para que cambie el destino de Mérida.

Echan la poción en un pastel que Mérida le da a Elinor; La reina enferma y se convierte en un oso. El resto del pastel es comido por los tres traviesos hermanos de Mérida, y se convierten en cachorros.

Mérida y Elinor regresan a la casa de la bruja, pero se ha ido. Le ha dejado un mensaje a Mérida: que si ella arregla lo que ha sido desgarrado por orgullo antes del amanecer del segundo día, el hechizo se romperá.

Elinor tiene que comer y vivir como un oso. Mérida la ayuda en todo y así se acercan y la chica ve lo egoísta que ha sido.

Pasan mucho tiempo escondidos en el castillo hasta repara el tapiz. Elinor se va volviendo más oso y menos reina, así que cuando Fergus finalmente ve al oso con Mérida, lo ataca. Mientras Elinor escapa del castillo, todos los clanes visitantes se unen a la caza y Fergus encierra a Mérida en su habitación por seguridad.

Los cachorros ayudan a Mérida a salir, y siguen a los cazadores, que han capturado a Elinor. Mérida lucha contra los hombres que tiran de las cuerdas de su cuello, así como a su padre, explicando que es su madre.

En ese momento, el enorme oso negro irrumpe y los cazadores se vuelven para atacarlo (había sido un príncipe del clan que una vez le pidió a la bruja la fuerza de diez hombres) y los hombres no son rival para el oso.

Intenta atacar a Mérida, que le ha estado disparando con flechas, pero Elinor es capaz de mantener al oso más grande lejos de ella. Luchan brutalmente, Elinor golpea al oso contra unas rocas varias veces, al ver que es inestable, y la roca finalmente cae sobre el oso, lo mata y libera el espíritu agradecido del príncipe del clan.

Mérida extiende el tapiz sobre su madre justo antes de que salga el sol y se rompa el hechizo. Sus hermanitos también vuelven a sus formas humanas.

Mérida ha convencido a los líderes del clan que todos los jóvenes deberían poder elegir con quién se casarán, y ella es libre de esperar a que alguien se gane su corazón.

Elinor y Mérida disfrutan de su nueva relación más profunda.