Bruno Reidal comienza con el juez del tribunal, le dice: eras un estudiante tan capaz, eras bueno en los estudios, todo era bueno pero por qué asesinaste a un niño pequeño, Bruno no dice la verdad, a lo que el juez le dice que "está bien no me lo digas, pero quiero que me escribas toda tu historia".

Bruno empieza a escribir su historia dentro de la prisión, cuando era joven, un cerdo fue sacrificado delante de él durante una fiesta en su casa, el cerdo fue cocinado y comido por todos, pero cuando fue sacrificado Bruno se divertía mucho.

Y desde entonces empezó a venirle a la cabeza el sentimiento de matar, cuando estaba enfadado con alguien, sentía que ojalá pudiera hacerlo.

Creció y solía pelearse con sus amigos del colegio y a menudo intentaba matarlos. Cuando Bruno cumplió 16 años y empezó a "tocarse", su deseo de matar a alguien empezó a arder más. Empezó a buscar como un maníaco a alguien para hacer realidad sus fantasías.

Bruno va a la madrasa para librarse de todo esto, estudia allí durante mucho tiempo para mantenerse alejado de las peleas, pero consigue un descanso de verano en la madrasa durante unos meses, debido a lo cual todos los chicos son enviados a casa, tan pronto como vuelven a casa Bruno vuelve a entregarse a su rutina.

Como acaba Bruno Reidal: Confesión de un asesino

Al final de la película, Bruno se enfadaba mucho con su amigo de la madraza porque era muy guapo y a todas las chicas les gustaba, así que siempre pensaba que cuando tuviera la oportunidad, lo mataría. Bruno se tocaba y pensaba que en cuanto viniera su amigo le cortaría el cuello, pero su amigo no vino y allí apareció un niño pequeño.

Bruno cogió a ese niño y lo mató. Así lo confiesa.

Los jueces leen la autobiografía escrita por Bruno, y entre todos deciden que es un enfermo mental, y lo envían al hospital para que sea tratado de su enfermedad, pero Bruno muere tres meses después. Y con esto termina la película.