Final de Burn
(2019)
Final de Burn (2019)
Título original: Burn
Sinopsis
Un ladrón de poca monta trata de robar una gasolinera. Sin embargo, el empleado que allí trabaja no sólo logra defenderse, sino que además lo captura y lo hace su prisionero. Mientras espera a que llegue la policía, tanto él como el resto de trabajadores tratan de informarse sobre los motivos que llevaron al ladrón a entrar en el mundo del crimen.
Mike Gan
Director
Mike Gan
Escritor
Jon Keng
Fotógrafo
Sukee Chew
Productor
Reparto principal

Tilda Cobham-Hervey

Josh Hutcherson

Suki Waterhouse

Shiloh Fernandez

Harry Shum Jr.

James Devoti
Como acaba Burn
Melinda comienza el turno de noche como encargada de una gasolinera. Solitaria e introvertida, no se opone cuando su compañera de trabajo Sheila, que tiene una actitud muy fuerte, le menciona que hay que limpiar los aseos. Más tarde, mientras se toma un descanso, busca en su teléfono las fotos de un agente de policía al que ha estado fotografiando discretamente.
Sheila intenta que Melinda haga algunos movimientos de baile y los filma, para disgusto de Melinda. Un cliente mayor que repite le ofrece a Sheila un par de plantillas de zapatos para aliviarle el estar de pie toda la noche, pero Sheila se asusta, ya que ha visto al hombre muchas veces antes. Sin embargo, a Melinda le quedan bien y trata de enmendar la situación con el abatido hombre mientras sale a la calle, sin éxito.
Un hombre llamado Billy aparca su vehículo robado fuera de la tienda, esconde una pistola y entra en la tienda. Un agente de policía llamado Liu se detiene y entabla una conversación con Melinda. Más tarde, mientras Liu compra café, Melinda le hace una foto y Sheila la pilla en el acto. A Melinda se le cae el teléfono, rompiendo la pantalla, y Liu la consuela antes de ser llamado por una alerta. Sheila intimida a Melinda para que le enseñe las múltiples fotos que le ha hecho a Liu.
Al volver de una pausa para fumar, Melinda encuentra a Billy enfrentándose a Sheila en un palo. De forma bastante jovial, le exige dinero en efectivo y le demuestra que su pistola es real disparándola cuando ella duda de él. Billy se siente decepcionado por la escasa cantidad de dinero que hay en la caja registradora y Melinda se ofrece a vaciar la caja fuerte por él. Al volver con una mochila con dinero, le dice a Billy que quiere ir con él y se produce un forcejeo cuando ella se niega a entregar la mochila hasta que él acepte. Billy le arrebata la mochila a Melinda, pero Sheila le reprende con blasfemias mientras se marcha, lo que le enfada. La agarra y la obliga a tirarse al suelo, ordenando a Melinda que cierre las puertas y entre en los baños.
Billy arrastra a Sheila a la sala de descanso y comienza a golpearla, pero Melinda se acerca sigilosamente por detrás y le arroja la cafetera a la cara. Escaldado, dispara accidentalmente su pistola, matando a Sheila antes de que Melinda le golpee en la cabeza con un extintor, dejándolo inconsciente. Cuando se despierta, se encuentra atado a una silla mientras Melinda limpia tranquilamente la sangre, habiendo envuelto el cuerpo de Sheila en una lona.
Melinda y Billy conversan y ella le da un cigarrillo, una aspirina y agua. Le da unas pastillas, pero él se da cuenta de que le ha dado un medicamento barato para la erección en lugar de una aspirina. Ella procede a cerrarle los ojos y la boca con cinta adhesiva e intenta violarlo. Él lucha y consigue arrancar la cinta que sujeta uno de sus brazos, alejando a Melinda. Todavía ciego, intenta perseguirla, pero acaba por desmayarse de nuevo. Melinda se embolsa su pistola, coge la mochila y limpia la habitación.
Melinda abre tranquilamente la puerta principal para un cliente, que la regaña por no tener café. Al llegar a su límite, Melinda se lleva la pistola a la barbilla brevemente antes de derrumbarse y sollozar, diciéndole al cliente que la deje en paz. Perry, el novio de Sheila, aparece entonces para llevarla a casa y encuentra su teléfono en el suelo. Desesperada, Melinda le dice que Sheila se fue con otro hombre, pero que no sabe a dónde fueron.
Una vez que Perry se va, Melinda sale a buscar un lugar para enterrar los cuerpos cuando los motociclistas llegan buscando a Billy. Ella afirma no haberle visto y no les deja entrar en la tienda. Tras un enfrentamiento armado, los moteros se marchan.
Al darse cuenta de que no puede acceder a los datos de vigilancia para destruirlos, Melinda comienza a llenar contenedores con gasolina. Liu regresa entonces, reconociendo el coche de Billy como robado. Interroga a Melinda, que dice no haber visto nada sospechoso, pero Liu llama al director para que acceda a los datos de vigilancia. Melinda no consigue impedir que Liu registre la tienda, pero al no encontrar nada, se marcha. Billy se ha escapado, dejando sólo ataduras de cremallera.
Melinda comienza a rociar la tienda con gasolina cuando oye a Billy entrar en la tienda y se esconde. Desactiva la electricidad, lo que bloquea las puertas delanteras justo cuando Perry regresa, sospechando de la desaparición de Sheila. Billy escapa por la puerta trasera y la atrinchera con contenedores de basura antes de estrangular a Perry. Melinda llama a Liu y admite que necesita ayuda mientras Billy embiste el coche de Perry contra las puertas delanteras, destrozando los cristales.
Acorralada, Melinda le ruega a Billy que simplemente tome el dinero y se vaya, pero él quiere vengarse. Dispara su pistola, que enciende el gas y lo envuelve en llamas. Melinda coge un extintor y escapa por la puerta principal mientras llegan Liu y otros agentes. Éste ayuda a Melinda a subir a su coche y la consuela, creyendo Melinda que por fin ha encontrado a alguien a quien le importa.