Ray Kinsella vive con su mujer, Annie, y su hija, Karin, en su granja de maíz de Dyersville, Iowa. Preocupado por la relación rota con su difunto padre, John Kinsella, un devoto aficionado al béisbol, teme envejecer sin conseguir nada.

Mientras camina por su campo de maíz una tarde, oye una voz que le susurra: "Si lo construyes, él vendrá". Ve una visión de un campo de béisbol en el maizal y a "Shoeless" Joe Jackson (que en la vida real murió en 1951) de pie en el centro. Creyendo en él, Annie le permite arar parte de su cosecha de maíz para construir un campo de béisbol, a riesgo de sufrir dificultades económicas.

Mientras Ray construye el campo, le cuenta a Karin el escándalo de los Black Sox de 1919. Pasan varios meses, y justo cuando Ray empieza a dudar de sí mismo, Shoeless Joe reaparece, preguntando si otros pueden jugar, y regresa con los otros siete jugadores de los Black Sox. El hermano de Annie, Mark, no puede ver a los jugadores. Advierte a la pareja de que se van a arruinar y se ofrece a comprar sus tierras. La voz, mientras tanto, insta a Ray a "aliviar su dolor".

Ray y Annie asisten a una reunión de la Asociación de Padres de Alumnos, en la que ella discute contra alguien que intenta prohibir los libros de Terence Mann, un controvertido autor y activista de los años sesenta. Ray deduce que la voz se refería a Mann, que había bautizado a uno de sus personajes como "John Kinsella" y que una vez había profesado el sueño de su infancia de jugar para los Dodgers de Brooklyn. Cuando Ray y Annie tienen sueños idénticos en los que Ray y Mann asisten a un partido en Fenway Park, Ray encuentra a Mann en Boston. Mann, que se ha convertido en un recluso desencantado, acepta asistir a un partido. Allí Ray oye la voz que le insta a "llegar hasta el final", viendo en el marcador las estadísticas de Archie "Moonlight" Graham, que jugó un partido con los New York Giants en 1922 pero nunca llegó a batear. Mann también admite haber oído la voz y haber visto el marcador.

Conducen hasta Minnesota y se enteran de que Graham, que era médico, había muerto años antes. Ray se encuentra en 1972, con un Graham anciano, que dice que dejó felizmente el béisbol por una satisfactoria carrera médica. Durante el viaje de vuelta a Iowa, Ray recoge al joven autoestopista Archie Graham, que está buscando un equipo de béisbol al que unirse. Más tarde, Ray le cuenta a Mann que su padre soñaba con ser jugador de béisbol y que luego trató de que se dedicara a este deporte. A los 14 años, tras leer uno de los libros de Mann, Ray dejó de jugar a la pelota con su padre, y se distanciaron después de que éste se burlara de John por tener "un héroe que era un criminal". Ray admite que lo que más lamenta es que su padre muriera antes de que pudieran reconciliarse. Al llegar a la granja, ven que han llegado varios jugadores de las estrellas, formando un segundo equipo. Se juega un partido y Graham finalmente consigue su turno de bateo.

A la mañana siguiente, Mark regresa y exige a Ray que venda la granja o el banco le embargará. Karin insiste en que la gente pagará por ver los partidos. Mann está de acuerdo y dice que "la gente vendrá" para revivir la inocencia de su infancia. Ray y Mark se pelean y tiran accidentalmente a Karin de las gradas. Graham -a pesar de saber que no podrá volver tras salir del campo- la salva. Convertido de nuevo en el viejo Doc Graham, asegura a Ray que no se arrepiente de nada. Mientras se dirige de nuevo hacia el maizal, es elogiado por los demás jugadores, y antes de que pueda desaparecer entre el maíz, Shoeless Joe le grita: "¡Eh, novato!". Graham se detiene y se vuelve hacia Shoeless Joe, que deliberadamente le dice: "Has estado bien". Los ojos de Doc Graham brillan con lágrimas antes de sonreír, volverse hacia el maíz y desaparecer en él. De repente, Mark también puede ver a los jugadores e insta a Ray a quedarse con la granja.

Shoeless Joe invita a Mann a entrar en el maíz y éste desaparece en él. Ray se enfada por no haber sido invitado, pero Joe le reprende, mirando hacia el catcher en el home plate, diciendo: "Si lo construyes, vendrá". Cuando el catcher se quita la máscara, Ray lo reconoce como su padre de joven. Ray se da cuenta de que "aliviar su dolor" se refería a sus propios remordimientos.

Ray presenta a John a su mujer y a su hija, inicialmente sin referirse a él como su padre. Cuando John empieza a dirigirse hacia el maizal, Ray, llamándole "papá", le pregunta si quiere coger algo. John acepta encantado mientras se ven cientos de coches acercándose al campo, cumpliendo la profecía de que la gente vendrá a ver el béisbol.