Las viviendas de Cabrini-Green se han aburguesado en las últimas décadas. El artista Anthony McCoy y su novia Brianna Cartwright se mudan a un nuevo apartamento allí, y Anthony conoce a un hombre llamado William Burke, que le cuenta la leyenda de Candyman, una figura que toma la forma de las víctimas de la injusticia racial. La primera forma de Candyman fue Daniel Robitaille, un hombre negro que se enamoró de una mujer blanca y fue asesinado por el padre de ésta. En el caso de Burke, fue un hombre llamado Sherman Fields que regalaba caramelos a los niños y fue asesinado cuando le acusaron de poner cuchillas en los caramelos. La leyenda dice que hay que mirarse al espejo y decir el nombre de Candyman cinco veces antes de que reclame a sus víctimas.

Anthony utiliza la leyenda como muestra en una galería de arte para desafiar a la gente a invocar a Candyman. Entre las víctimas de Candyman se encuentran el marchante de arte Clive y su novia Jerrica, el crítico de arte Finley Stephens, y un grupo de chicas de instituto. Mientras tanto, la mente y el cuerpo de Anthony comienzan a deteriorarse tras ser picado por una abeja y se obsesiona con la historia de Candyman. Esto abre una brecha entre él y Brianna.

Justo cuando los dos están a punto de reconciliarse, son capturados por Burke, que quiere utilizar a Candyman como venganza contra los opresores raciales. Le corta la mano a Anthony y le coloca un garfio, como es tradicionalmente la apariencia de Candyman. Brianna escapa y mata a Burke, pero la policía llega y mata a Anthony. Cuando los policías resultan ser corruptos y planean manipular las palabras de Brianna para condenarla a ella y a Anthony, ella convoca a Candyman, que ahora toma la forma de Anthony, para matar a los policías corruptos. Antes de irse, Candyman toma la forma de Daniel Robitaille y le dice a Brianna que informe a todos de la verdad.