Final de Capitanes de Abril
(2000)
Final de Capitanes de Abril (2000)
Título original: Capitães de Abril
Sinopsis
En Portugal, la noche del 24 al 25 de abril de 1974, la radio difunde una canción prohibida: Grândola Vila Morena. Podría tratarse de la insumisión de un periodista rebelde, pero es de hecho la señal programada de un golpe de Estado militar que cambiará la cara de este pequeño país afligido por décadas de arcaísmo y el destino de territorios inmensos en África. Al sonido de la voz del poeta José Alfonso, las tropas insurrectas toman los cuarteles. A las tres de la mañana, marchan sobre Lisboa. Es la Revolución de los Claveles.
Maria de Medeiros
Director
Maria de Medeiros
Escritor
Michel Abramowicz
Fotógrafo
Jacques Bidou
Productor
Reparto principal

Stefano Accorsi

Maria de Medeiros

Joaquim de Almeida

Frédéric Pierrot

Fele Martínez

Manuel João Vieira
Como acaba Capitanes de Abril
La película comienza la noche del 24 de abril de 1974, cuando un joven soldado conscripto (Daniel) se despide de su novia (Rosa) antes de subir a un tren desde Lisboa a su base militar en Santarém. Ambos temen que sea enviado a luchar en la Guerra Colonial Portuguesa. Tarde y deprimida, Rosa viaja en tranvía hasta el piso de Antónia para cuidar a su hija Amelia. Al llegar de vuelta (tarde) a su base, Daniel es ajeno al inminente golpe de estado. El capitán Salgueiro Maia detiene al comandante de la base a punta de pistola y ordena a los soldados que se reúnan en un desfile en medio de la noche; les pide que vayan con él a Lisboa para derrocar al gobierno. El erudito pero cínico y cauto colega de Maia, el mayor Gervasio, se niega a participar, al igual que el teniente Lobão.
Mientras tanto, en Lisboa, la periodista y conferenciante de izquierdas Antónia se pelea con su marido Manuel, capitán del ejército portugués, por las atrocidades en las que estuvo involucrado durante la Guerra Colonial. Tras la llegada de Rosa para hacer de niñera, Antónia acude a una recepción formal en la que suplica a su hermano (Filipe Correia), ministro del gobierno, que libere a uno de sus alumnos que ha sido detenido por la DGS (policía secreta). Filipe se niega a ayudar y vuelve a su conversación con el brigadier Pais. El jefe de la DGS (Salieri) también está presente en la recepción; reconoce a Antónia y posteriormente la agrede en un baño. Antónia vuelve a casa desesperada, sin darse cuenta de que su marido, Manuel, también es un golpista. Manuel y su colega se preparan para tomar el control de la emisora Rádio Clube Português, desde la que se emitirán comunicados en nombre del Movimiento de las Fuerzas Armadas.
Mientras tanto, simultáneamente, Maia y sus tropas se preparan para partir hacia Lisboa, y los demás golpistas también se preparan para tomar posiciones. La señal de inicio del golpe es la reproducción de Grandola, Vila Morena en la radio poco después de la medianoche del 25 de abril. Las tropas de Maia parten en una columna de vehículos blindados. Manuel, Fonseca, Botelho y Silva toman la Rádio Clube Português en Lisboa. Una señal es dada en código morse por los faros de los coches a los prisioneros que están siendo retenidos por la DGS. La columna blindada de Maia tiene que detenerse en campo abierto debido a una avería de uno de los vehículos blindados clave; en ese momento llega el comandante Gervásio en un llamativo coche deportivo rojo y se une a los rebeldes. Las tropas de Maia llegan a la Praça do Comércio de Lisboa, pero se ven amenazadas por un buque de guerra y por una columna de tanques comandada por el brigadier Pais (que sigue siendo fiel al régimen). Tras un enfrentamiento, en el que Labão y Maia son amenazados con ser fusilados, muchas de las tropas de Pais desertan a los rebeldes. Al entrar en las oficinas del Gobierno en la Praca do Comercio, Maia descubre que los ministros han huido a la sede de la GNR en Carmo, en Lisboa. Hay varios asideros, entre ellos el del joven soldado conscripto de las primeras escenas de la película que se reencuentra con Rosa, colocando un clavel en el cañón de su fusil (y más tarde son descubiertos en el interior de un vehículo militar blindado mientras hacen el amor).
En el cuartel de la GNR, se produce un nuevo enfrentamiento, con los líderes del régimen (incluido Marcelo Caetano) atrapados en su interior. También atrapados en su cuartel general cercano, un grupo de oficiales de la DGS abre fuego desde las ventanas contra la multitud que se encuentra en la calle, matando a cuatro personas, las únicas víctimas mortales de la Revolución de los Claveles. Virgílio es una de las víctimas. Al final, Maia ordena a sus tropas disparar contra el edificio con fuego de ametralladora. Tras esta atrocidad, Maia amenaza con volar el edificio con artillería.
Poco antes de que expire el plazo de Maia, llegan emisarios del general António de Spínola para negociar la rendición de los dirigentes del régimen. El propio Spínola llega, pone a Gervásio al mando local (a pesar de haber pasado casi todo el día evitando cualquier acción) y ordena a Maia que traslade a los detenidos Caetano, Correira y los demás dirigentes a una base de la fuerza aérea, desde donde son trasladados a Madeira y luego al exilio en Brasil. La película termina con la liberación de los presos políticos, incluido el amante de Antónia (Emílio), y Manuel y Maia evitan por poco ser atacados por una multitud al ser confundidos con oficiales de la DGS/PIDE y no con soldados.
Se revela entonces que Antónia y Emílio se dedicarán a la política, ella en la izquierda pero él finalmente en el centro-derecha; tras dos años juntos se separan. Manuel caerá en el alcoholismo y Maia morirá de cáncer a los 40 años. Sin embargo, la revolución provoca la caída del régimen del Estado Novo y su sustitución por la democracia y el Estado de Derecho en Portugal.