Final de Casi un ángel
(1990)Final de Casi un ángel (1990)
Título original: Almost an Angel
Sinopsis
Un ladrón profesional muere, pero en el cielo le otorgan una segunda oportunidad para redimirse, volviendo a la tierra en forma de ángel.
John Cornell
Director
Paul Hogan
Escritor
John Cornell
Productor
Reparto principal
Paul Hogan
Elias Koteas
Linda Kozlowski
Doreen Lang
Douglas Seale
Larry Miller
Como acaba Casi un ángel
Terry Dean (Paul Hogan), un ladrón profesional especializado en sabotear sistemas de vigilancia electrónica, está a punto de ser liberado tras cumplir otra condena en prisión. Siguiendo el consejo de un compañero de celda, decide cambiar a robar bancos, con un toque especial de su propio diseño: primero, haciendo que las cámaras de seguridad graben programas de televisión que él conectaría usando un mando a distancia modificado, y luego entrando disfrazado de una celebridad; la confusión por esta aparición inesperada serviría para dificultar una descripción detallada.
El primer atraco de Terry (disfrazado de Willie Nelson) es un éxito, pero poco después presencia cómo un niño está a punto de ser atropellado por una furgoneta; impulsivamente lo empuja para salvarlo y él es quien termina siendo atropellado. Mientras está en el hospital, tiene una experiencia nebulosa (que podría haber sido provocada por el programa *Highway to Heaven* que estaba en la televisión de la habitación), en la que se encuentra con Dios (Charlton Heston), quien se presenta como el "ayudante de libertad condicional" de Terry. Aunque Terry ha llevado una vida pecaminosa, su último acto, impulsivo como fue, le ha ganado una segunda oportunidad para salvar su alma, haciendo el trabajo de Dios como un ángel en entrenamiento.
Un ángel en prácticas
Después de despertar, Terry intenta otro robo bancario disfrazado de Rod Stewart, pero la suerte le sonríe y un grupo de ladrones aficionados interfiere en el atraco. Cuando escapan, uno de los delincuentes intenta disparar a Terry, pero el arma tenía balas de fogueo. Pensando que ahora es un ángel inmortal, Terry reconsidera su estilo de vida, busca consejo en una iglesia y luego sigue varias "señales" que lo llevan a otro pueblo. En un bar, conoce a Steve Garner (Elias Koteas), un joven amargado que está confinado a una silla de ruedas debido a una enfermedad terminal. Para sacar a Steve de su autocompasión, Terry lo reta a una pelea de igual a igual, sentado fijo en un taburete. Steve, impresionado por la aceptación de Terry, entabla una amistad con él y le ofrece un lugar para quedarse en el centro juvenil para niños y adolescentes que dirige junto a su hermana Rose (Linda Kozlowski).
Rose, al principio, sospecha de Terry, pero él demuestra su valía intimidando sutilmente a dos traficantes de drogas para que se alejen del centro y ayudando en todo lo que puede. Poco a poco, Rose se enamora de él. Sin embargo, el centro está en dificultades financieras, ya que su patrocinador, George Bealeman (Parley Baer), aunque se considera a sí mismo un fiel cristiano, se niega a proporcionar más fondos. Como no tiene poderes de ángel, Terry utiliza sus conocimientos técnicos para convencer a Bealeman: graba y re-edita un segmento del teleevangelista Rev. Barton (Ben Slack), que Bealeman ve con devoción, y coloca efectos de iluminación en la cruz del tejado de la iglesia del centro, activados por su mando a distancia universal.
Un sacrificio final
Esa noche, cuando Bealeman llega al centro, dos detectives de policía se acercan a Terry. Steve, que los escucha, se apresura en su silla de ruedas para advertir a Terry. Sin embargo, una bolsa de botellas de vidrio que lleva se rompe y una de ellas le corta la arteria femoral, haciéndolo desangrarse. Justo después de que Bealeman se va, Steve llega al centro y, mientras Rose corre a llamar una ambulancia, Steve logra dar su advertencia. Aterrorizado por la muerte, Steve se siente perdido, pero Terry lo tranquiliza diciéndole que encontrará su lugar en el Cielo cuando activa la cruz iluminada, creando una señal de Dios. Ya sin miedo, Steve muere en los brazos de Terry y Rose.
Terry anuncia entonces que debe irse y trata de consolar a Rose. Le revela que es "casi un ángel". Rose, comprensiblemente escéptica, revisa el mando universal que Terry le ha dejado como recuerdo, solo para descubrir que no tiene pilas. Mientras mira la cruz, esta comienza a brillar intensamente por sí sola. Rose corre tras Terry y lo llama. Distraído, Terry tropieza y cae justo frente a un camión que va a gran velocidad, y está a punto de ser atropellado. Rose, horrorizada, ve cómo el camión pasa directamente a través de él, demostrando que realmente había muerto y que, de hecho, se le había dado una segunda oportunidad como ángel. Habiendo pasado su prueba, Terry continúa con su misión de hacer el trabajo de Dios (aunque no sin prometer que volverá), y Rose queda finalmente reconfortada.