Terry Allen (Peter Krause), un contable aburrido de su vida y de su propia personalidad se ahoga en la cobertura mediática del miedo al terrorismo hasta el punto de obsesionarse con un nuevo vecino de ascendencia medio-oriental, Gabe (Khaled Abol Naga). Su obsesión le cuesta el puesto de trabajo, deteriora su matrimonio y le enfrenta al agente del FBI Tom Hilary (Richard Schiff), con quien se puso en contacto inicialmente para desenmascarar a su vecino.

Mientras su mundo se desmorona a su alrededor, Terry secuestra a Gabe a punta de pistola para que confiese sus actividades terroristas. Cuando el agente Hilary y la policía intentan hacer entrar en razón a Terry, un altercado acaba con Terry disparando fatalmente a su mujer por accidente. La película termina con Terry en una institución psiquiátrica, donde, sentado en una habitación con mucha luz, observa cómo un torneo de golf en la televisión se convierte en un reportaje sobre las mismas actividades terroristas de las que había sospechado de Gabe. Cuando Terry se acerca al televisor y observa la cobertura, el reflejo del televisor en sus ojos muestra que en realidad sigue viendo el torneo de golf. Cuando apaga el televisor con disgusto, la habitación se ha vuelto sombría y oscura, lo que demuestra que prefiere vivir en su mente paranoica para justificarse que enfrentarse a lo que ha llegado a ser y a lo que ha hecho.