Tras el fracaso de una operación en París, la agente de la Agencia Central de Inteligencia Alice Racine trabaja de forma encubierta en un centro comunitario de Londres. La zona es conocida por el extremismo islámico, y ella pasa información a los servicios de seguridad, incluida la jefa de inteligencia del MI5, Emily Knowles. El antiguo jefe de estación y mentor de Racine, Eric Lasch, le dice que no debe sentirse culpable por las muertes de París y que debe volver al campo. La CIA y el MI5 se enteran de que el imán radical Yazid Khaleel planea un ataque biológico contra un objetivo estadounidense en suelo británico en colaboración con el converso islámico nacido en Estados Unidos David Mercer. Frank Sutter, un oficial de la estación londinense de la CIA, le dice que tiene órdenes del jefe de la División Europa, Bob Hunter, de ayudarles a interrogar y quebrar al mensajero capturado por Khaleel, Lateef.

En un hotel, Racine interroga a Lateef y le sonsaca el mensaje que debe entregar al representante de Mercer. Antes de divulgar los detalles del mensaje a Sutter, recibe una llamada de su controlador, Ed Romley, quien confusamente le da el mismo informe de la misión que Sutter. Al darse cuenta de que ha sido engañada, Racine intenta retirar a Lateef de su custodia, pero éste muere durante un tiroteo. Se retira al apartamento de Lasch, pero los agentes la atacan y Racine es testigo de la muerte de Lasch. Escapa a un piso franco propiedad de Lasch y detiene al ladrón Jack Alcott, que está robando en el apartamento. Al retenerlo en el dormitorio, se pone en contacto con Hunter y Romley, quienes, a pesar de decir que la creen, según el protocolo, envían a los agentes de la SCO19 para que la detengan. Después de luchar con dos de los agentes y de recibir una descarga eléctrica, Alcott la salva y ambos escapan. Cuando Alcott le revela que es un ex marine real que sirvió en la guerra de Irak, Racine le permite a regañadientes que la acompañe. Racine busca la ayuda de Amjad, un amigo y cliente del centro comunitario.

Ella y Alcott se enfrentan a Khaleel en un restaurante marroquí, donde éste confiesa que ya no cree en el extremismo radical que promueve. Aunque ha dado al mensajero una orden de retirada, Khaleel anticipa que Mercer seguirá adelante con el atentado. Mientras sigue a un socio de Lateef, Racine descubre que Alcott está trabajando con Sutter, y ambos se pelean; Racine escapa después de que Alcott sea asesinado por un tercero agraviado. Racine se acerca a Knowles, que acepta ayudar a Amjad a hacer de mensajero para reunirse con el representante de Mercer. Knowles revela a Racine que la información de la DGSI francesa sugiere que los altos cargos de la CIA permitieron que se produjera el atentado de París, ya que una de las víctimas mortales de los atentados era un informante de la CIA. El equipo de Romley rastrea las balas utilizadas en el asesinato de sus hombres que detuvieron a Lateef hasta un rifle de francotirador AT308C, que se revela que ha sido revisado en una armería de la Policía Metropolitana por el agente corrupto del MI5 John Wilson. Wilson, que forma parte del equipo que da cobertura a la operación de Knowles, dispara a sus compañeros, hiere a Knowles pero no consigue matar a Racine. Amjad muere en el fuego cruzado.

Racine se dirige a un punto de encuentro organizado por Sutter, donde Lasch no sólo está vivo sino que conspira con él. Racine mata a Sutter y, tras una breve lucha, Lasch escapa. Racine le sigue la pista hasta un almacén en las afueras del estadio de Wembley, donde se va a disputar un partido de fútbol americano con las entradas agotadas. Lasch revela que quiere que se produzca el ataque biológico; los estadounidenses visitantes transportarán el virus de vuelta a casa y obligarán al Gobierno de los Estados Unidos a tomarse en serio la amenaza de la guerra biológica. Tras disparar a Wilson, Racine y Lasch se enzarzan en una breve pelea, tras la cual él cae muerto y Racine desarma los botes de virus. Sabiendo que Mercer huirá a Siria, Hunter le ordena que lo intercepte en el camino. Cuando Mercer está a punto de reunirse con un contacto en Praga, Racine le hace una profunda incisión en la ingle, abriendo su arteria femoral y matándolo. Hunter se reúne con Racine y le da la bienvenida al servicio activo.