Final de Collective
(2019)
Final de Collective (2019)
Título original: Colectiv
Sinopsis
Este documental de observación sigue los acontecimientos tras la tragedia que tuvo lugar en el Colectiv Club de Bucarest el 30 de octubre de 2015, un incendio en el que murieron 65 jóvenes y decenas resultaron heridos. La tragedia provocó protestas públicas contra la corrupción y la dimisión del Gobierno.
Alexander Nanau
Director
Alexander Nanau
Escritor
Alexander Nanau
Fotógrafo
Bianca Oana
Productor
Reparto principal

Catalin Tolontan

Mirela Neag

Razvan Lutac

Tedy Ursuleanu

Vlad Voiculescu

Camelia Roiu
Como acaba Collective
En Bucarest (Rumanía), en octubre de 2015 se produce un incendio que arrasa un club llamado Colectiv, matando inmediatamente a 27 personas e hiriendo a 180. En los meses siguientes mueren otras 37 víctimas, en parte debido a la falta de atención sanitaria adecuada en los hospitales públicos.
Los periodistas comienzan a investigar la mala gestión de la sanidad en los hospitales públicos después de que sus fuentes les informen de que los desinfectantes utilizados en los hospitales públicos están diluidos. Las pruebas lo confirman, y los periodistas publican posteriormente un duro reportaje sobre el proveedor, Hexi Pharma, y cómo falsificó la documentación de los desinfectantes suministrados. La historia también revela que el gobierno no verificó adecuadamente al proveedor y sus productos. El ministro de Sanidad, Patriciu Achimaș-Cadariu [ro], ordena una investigación. Cuando Cătălin Tolontan [ro], un periodista de la Gaceta, acude a la televisión para hablar de la investigación, el ministro de Sanidad desestima la insistencia del periodista en los hechos y las pruebas y afirma que las pruebas gubernamentales demostraron que las soluciones desinfectantes eran eficaces en un 95%.
Los periodistas van más allá y encuentran una fuente que confirma que el servicio de inteligencia sabía desde hace años que las infecciones bacterianas estaban matando a la gente, pero no hizo nada. La Gaceta publica la noticia, y continúan las protestas masivas por la corrupción y la falta de protección sanitaria adecuada. En consecuencia, el ministro de Sanidad dimite y se inicia una investigación penal contra el director general de Hexi Pharma, Dan Condrea [ro]. El gobierno anuncia en una rueda de prensa que ha analizado los productos de Hexi Pharma y ha descubierto que todas las soluciones estaban diluidas. Tolontan pregunta sobre la eficacia del 95 por ciento que había afirmado el Ministerio de Sanidad, y éste responde negándose a comentar su afirmación anterior. Poco después, Condrea muere en un accidente de tráfico.
Más tarde, La Gaceta obtiene un vídeo de un paciente en un hospital con gusanos supurando en su herida. Su fuente, un médico frustrado, explica que la muerte de pacientes a causa de desinfectantes diluidos o de servicios de transfusión de sangre inadecuados continúa sin cesar incluso después de la destitución del gobierno socialdemócrata a finales de 2015. Vlad Voiculescu, el nuevo ministro de Sanidad, se reúne con la doctora y esta le detalla cómo la dirección del hospital evitaba los problemas y no hacía nada mientras los pacientes morían. También habla de cómo los hospitales tratan a los pacientes de forma inhumana, así como de cómo se organizan los sobornos entre los directores de los hospitales y los médicos.
Voiculescu concluye que no hay una sola unidad en todos los hospitales públicos que no esté afectada por una profunda corrupción administrativa. Se da cuenta de que no puede despedir a los gestores corruptos de los hospitales actuales, muchos de los cuales fueron sobornados para llegar a sus puestos, por lo que exige que se introduzcan normas extremadamente estrictas para los nuevos gestores de hospitales. Empieza a darse cuenta de que todo el sistema está podrido y que para erradicar la corrupción habría que "despedir a todo el mundo". Cuando retira la financiación de una unidad de trasplante de pulmón, por considerarla peligrosa, se convierte en el objetivo de una campaña de prensa encabezada por la alcaldesa de Bucarest, Gabriela Firea, que le acusa de malgastar el dinero de los contribuyentes en el transporte de pacientes a Viena, a pesar de que la unidad de Bucarest está supuestamente acreditada para realizar la misma operación - un profesor admite en privado a Voiculescu que la unidad no debería haber sido acreditada y que se hizo bajo presión política, pero ruega a Voiculescu que no hable de esto en público para evitar un escándalo que podría arruinar la reputación del instituto.
Llega el día de las elecciones y los socialdemócratas arrasan, obteniendo el mayor número de votos. En La Gaceta, la colagoga de Tolontan revela que ha tenido una conversación extraoficial con alguien que advierte a los periodistas sobre su seguridad y la de sus familias. Más tarde, el hospital público nombra a un director no cualificado y legalmente incapaz de dirigir un hospital.