Durante el último año, el fotógrafo Shawn Burnett (Andrew Bowen) y su esposa Helen (Maxine Bahns) han llorado la pérdida de su primer hijo, que murió en el vientre de Helen antes de que pudiera llegar a término. Esperan que una mudanza al campo les ayude a sanar y a seguir adelante con sus vidas. A Shawn le irrita un poco que la mudanza implique recibir la caridad del hermano de Helen, Frank Higgins (John Schneider), pero está dispuesto a hacer lo que sea si eso le da consuelo a Helen. Frank promete que construirá una casa nueva para los dos, pero hasta que la construcción esté terminada deben quedarse en una casa vieja con una cabaña decrépita en el patio trasero. Poco después de mudarse, Helen se queda embarazada de nuevo.

Shawn se queda fascinado cuando descubre, a través de unos vecinos, que la cabaña está embrujada por el fantasma de una bruja que maldice a cualquiera que intente quedarse embarazada, buscando venganza contra un marido que asesinó a su propio hijo años atrás. Mientras investiga la leyenda, Shawn se hiere con un diente abandonado en la cabaña y desarrolla una grave infección. A medida que la infección empeora, Shawn comienza a experimentar extrañas visiones y sucesos, sin saber si son reales o delirios provocados por la infección y una posible enfermedad mental latente, ya que su propio padre asesinó a su esposa y luego se suicidó. Esto preocupa a Shawn, ya que en cualquier caso supone una amenaza potencial para Helen, ya sea por la mano de la bruja o por la posible enfermedad mental de Shawn, y decide que sacará a Helen de ese lugar. Esto lo pone en desacuerdo con Frank, que cree que la tierra es completamente segura.

A medida que las cosas se vuelven más extrañas y Shawn se vuelve más inestable, las cosas culminan en una escena de persecución que termina con Shawn disparando una pistola a su esposa. Las autoridades son llamadas al lugar y Shawn intenta explicar la historia de la bruja, sólo para que le digan que no hay ninguna bruja y que los vecinos (que le habían contado la historia) nunca existieron. Entonces es llevado a una institución mental, dejando a Helen viviendo sola en la casa. La película termina con Helen escuchando un mensaje telefónico de Shawn y volviéndose hacia la cámara con una mirada malévola, dejando al espectador la decisión de si los acontecimientos de la película son el resultado de la psicosis de Shawn o si realmente existe una bruja y que ha poseído a Helen en algún momento de la película.