En el año 1536, un alquimista de Veracruz desarrolla un mecanismo que puede dar vida eterna. En 1937, un viejo edificio se derrumba y el alquimista, que tiene la piel blanca como el mármol, muere al ser atravesado su corazón por los escombros. Los investigadores nunca revelan qué más se descubrió en el edificio: pilas llenas de sangre de un cadáver.

En 1996, un anticuario algo religioso, Jesús Gris, se da cuenta de que la base de una estatua de un arcángel está hueca. La abre y encuentra un objeto mecánico de 450 años de antigüedad. Después de darle cuerda al ornamentado artefacto con forma de escarabajo, éste despliega unas patas parecidas a las de una araña que le agarran con fuerza y le introducen una aguja en la piel, que le inyecta una solución no identificada. Un insecto -encerrado dentro del dispositivo y engranado con el mecanismo de relojería interno- produce la solución. Gris acaba descubriendo que recupera la salud y el vigor, así como la juventud. Su piel pierde las arrugas, su pelo se espesa y su apetito sexual aumenta. También desarrolla una sed de sangre. Al principio le repugna, pero acaba sucumbiendo a la tentación. Esa misma noche utiliza el aparato, pero reza su oración nocturna mientras lo hace. Su nieta Aurora se da cuenta de ello y empieza a preocuparse por Gris.

Mientras tanto, un rico y moribundo hombre de negocios, Dieter de la Guardia, que ha estado acumulando información sobre el dispositivo durante muchos años, ha estado buscando la estatua del arcángel con el dispositivo de Cronos. Ya se ha apropiado de varios arcángeles. Envía a su sobrino americano, Ángel, que permite los abusos de su tío a diario por una herencia, a comprar el arcángel en la tienda de antigüedades.

Durante una fiesta de Nochevieja, Gris ve a un hombre que sangra por la nariz y lo sigue hasta el baño de hombres y espera la oportunidad de quitarle la sangre de la encimera del lavabo. Otro hombre sale de uno de los lavabos, ve la sangre y la limpia. Gris se da cuenta de que hay sangre en el suelo y decide lamerla, hasta que un desconocido se acerca y le da una patada en la cara que lo deja inconsciente. Gris parece estar dormido en el coche de Ángel y éste le da un poco de alcohol y luego intenta golpearlo para que entregue el dispositivo. Cuando Gris se desmaya, Ángel coloca su cuerpo dentro de un coche y lo empuja por un acantilado. Gris se despierta brevemente y reza para sobrevivir, pero aparentemente muere. Más tarde revive en un establecimiento de pompas fúnebres y escapa antes de que pueda ser incinerado. Vuelve a su casa donde Aurora le deja entrar. Dieter golpea a Ángel por no haberse asegurado de que el corazón de Gris fuera destruido, y le envía a comprobar el estado del cuerpo. Gris trabaja en una carta para su esposa en la que comenta los cambios en su cuerpo, y le dice que después de completar algunos "asuntos pendientes" volverá con ella. Se da cuenta de que su piel arde en presencia de la luz del sol y duerme en una caja para evitarlo.

Finalmente, él y Aurora llevan el dispositivo a la sede de Dieter, donde el empresario le ofrece una "salida" a cambio del dispositivo. Gris comenta su piel dañada y el empresario le dice que se la quite porque tiene piel nueva debajo, que es blanca como el mármol del alquimista muerto. Gris amenaza con destruir el dispositivo, pero le dicen que morirá si eso ocurre. Gris acepta entregarlo a cambio de conocer la "salida", tras lo cual Dieter le apuñala. Antes de poder asestar el golpe mortal en el pecho, Dieter es incapacitado por Aurora y Gris se alimenta de Dieter. Ángel encuentra al moribundo Dieter y le aplasta la garganta con el pie, cansado de sus abusos y esperando su herencia. Ángel se enfrenta a Gris en la azotea del edificio y lo golpea duramente. Gris los lanza a ambos desde la azotea, matando a Ángel.

Aurora encuentra a Gris inconsciente y utiliza el dispositivo para despertarlo. Al notar que su mano sangra, Gris está tentado de alimentarse de su nieta, pero finalmente se controla. A continuación, destruye dolorosamente el dispositivo, a pesar de las advertencias anteriores. Sorprendido de seguir vivo, cree que Dios le ha salvado por su intento de autosacrificio. Vuelve a su casa y se tumba en la cama con Aurora y su mujer, esperando a que salga el sol para ver si está libre de los efectos del dispositivo.