Al descubrir que su mujer tiene una aventura, el ingeniero aeroespacial y deprimido insomne Ed Okin conduce hasta el aeropuerto de Los Ángeles por sugerencia de su amigo Herb. Allí es sorprendido por una bella contrabandista de joyas, Diana, que se sube a su coche y le ruega que la lleve lejos de cuatro iraníes que la persiguen. Ella le convence para que la lleve a varios lugares, y él se ve envuelto en su situación. Tras exasperarse cada vez más con sus exigencias, descubre que Diana ha introducido en el país esmeraldas de valor incalculable procedentes del tesoro del Sha de Irán, y que es perseguida por diversos asaltantes, entre ellos los mencionados agentes de un criminal iraní expatriado y un sicario británico.

La aventura de la pareja se les va de las manos, hasta que Diana es tomada como rehén por los matones en el aeropuerto; aquí, Ed comparte su hastío con el hombre que apunta a la cabeza de Diana. En cambio, el hombre se dispara a sí mismo. Llevados a una habitación de motel por agentes federales, reciben una fortuna en efectivo de uno de los amigos ricos de Diana a través de un agente federal. Diana se ducha y Ed finalmente duerme. Se despierta después de una noche completa de descanso a una habitación de hotel vacía, con la mayor parte del dinero desaparecido. Sin embargo, cuando sale de la habitación, Diana le está esperando con el dinero, una sonrisa y la petición de que le lleve al aeropuerto.