Kim es un agente de narcóticos viudo que se reúne con un potencial informante llamado Kang. Mientras hablan en un restaurante, Kang es detenido por la división de homicidios por haber matado a su novia. Confiesa el asesinato y es encarcelado.

Unos meses después, Kang se pone en contacto con Kim desde la cárcel y afirma que ha asesinado a otras seis personas. Sin embargo, se niega a hablar con los detectives de homicidios que, según él, fabricaron pruebas contra él para encarcelarlo. Kim acepta encontrar las pruebas reales a cambio de información sobre los seis cuerpos restantes. Kim descubre las pruebas reales con la información de Kang, demostrando que los detectives de homicidios fabricaron su caso. Como resultado, los detectives son acusados y la sentencia de Kang es reducida. A cambio, Kang proporciona información sobre las seis víctimas restantes como había prometido.

De las seis víctimas restantes, Kim investiga primero la desaparición de Oh Ji Hee, una ex nadadora que se ve obligada a trabajar en un club nocturno para mantener a su abuela en el pueblo. Kang afirma que la mató una noche después de llevarla fuera de la ciudad mientras trabajaba allí como taxista. A lo largo de su investigación, la gente que interroga a Kang le dice repetidamente que no es de fiar. Aun así, Kim persevera. Con mucha dificultad, Kang encuentra parte de los restos de Oh. Sin embargo, cuando es interrogado por Kim, éste miente al decir que Kim le coaccionó para que hiciera declaraciones falsas y le sobornó para que lo hiciera. Además, los resultados del ADN muestran que los restos no son de Oh. El fiscal no puede acusar a Kang ya que las pruebas contra él no son lo suficientemente convincentes.

Kim se siente engañado y acude a su antiguo mentor, Song, para pedirle consejo. Song le aconseja a Kim que deje de perseguir el caso de Kang, ya que el asesino está tratando de hacerse pasar por inocente en otros delitos para anular la sentencia por el crimen que está cumpliendo actualmente. Kim también visita a la hermana mayor de Kang, quien le revela que Kang mató a su padre cuando era sólo un niño. Ella le ayudó a encubrir el asesinato. Como resultado, Kang creció y se convirtió en un asesino en serie responsable de muchas otras muertes. Kim no puede llevar el caso a los tribunales porque ha prescrito.

Con la ayuda de su nueva compañera, Jo, Kim comienza a investigar una segunda víctima, Hwang, a quien Kang afirma haber matado empujándola por unas escaleras. Kim y Jo buscan en viejos archivos de casos sin resolver y encuentran uno que coincide con el asesinato de Hwang. El caso se lleva a juicio, pero como sólo hay pruebas circunstanciales, Kang no es condenado por el asesinato. Como resultado, Kim es degradado y Jo es transferido a la división de narcóticos.

Mientras limpia su escritorio, Kim observa un implante anticonceptivo DIU en la foto de la escena del crimen de los restos no identificados. A continuación, obtiene una lista de todas las mujeres que tenían implantes de DIU en la época del asesinato y descubre una mujer desaparecida, Park Mi Yong. Kim se entera rápidamente de que Park era la novia de Kang en ese momento. Ella llegó a la ciudad con su hijo pequeño. Cuando éste creció, Park se dio cuenta de que sus constantes peleas con Kang no eran saludables para su hijo. Intenta romper con Kang y es entonces cuando él la mata. Kim localiza al hijo de Park, que ahora es un adolescente, y le hace testificar en el tribunal contra Kang. Finalmente, Kang es condenado a cadena perpetua.