Después de investigar en la casa, Regina (Anna Paquin) y Carlos (Fele Martínez) descubren que fue el escenario de un sacrificio.

Todavía necesita un niño más para completar el hechizo y devolver la oscuridad y el caos al mundo.

Regina descubre que el abuelo fue parte del ritual que tuvo lugar 40 años antes de lo que pasó en el "presente", y que el niño que huyó al principio de la película era su hijo (el padre de Regina).

Regina lo visita por última vez y ve una pintura en la pared que representa una ceremonia extraña con niños. La ata y le explica que no pudo completar el ritual porque "... no amaba a su hijo ..." y se vio obligado a dejarlo ir. La oscuridad necesita siete niños asesinados de manera ritual a manos de gente que los quiere.

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Ella asume que la oscuridad va a por su hermano menor Paul (Stephan Enquist). Pero, el niño original (el padre de Regina) aún debe ser asesinadi.

La idea es que la madre mate a su marido para proteger a su hijo. Regina comienza a llorar por su padre y le dice cuánto lo quiere.

Cuando vuelve a la casa, su madre está tratando de realizar una traqueotomía a su esposo que se está ahogando y pero parece que no puede.

Regina se hace cargo y hace la incisión en su garganta, pero en la oscuridad, la pluma que que usa desaparece.

El padre de Regina se desangra hasta morir y finalmente muere en el altar que fue descubierto debajo de la sala de estar.

Regina y Paul logran escapar saliendo por una ventana justo cuando su novio Carlos aparece en su coche y se alejan... pero nada es lo que parece ser.

Terminado el ritual, la oscuridad ahora es libre. El verdadero Carlos aparece en la casa momentos después y es engañado por la oscuridad para entrar.

La escena final muestra el coche con Regina, Paul y la criatura haciéndose pasar por Carlos mientras se adentra en un túnel oscuro.