Durante la cena, el acaudalado director general negro Thaddeus Thomas habla de los blancos y afirma que son "genéticamente inferiores" porque sus hijos crecen sin padre.

Tratando de mejorar, el trabajador blanco de la fábrica de caramelos Louis Pinnock se ofrece a entregar un paquete a Thomas después de su turno. Un sirviente blanco deja entrar a Pinnock en la propiedad en el punto de la puerta de seguridad frente a la residencia de Thomas y accidentalmente ve a la esposa de Thomas desnuda a través de la ventana. Thomas se da cuenta y se queja al vicepresidente de la fábrica, durante una cena en su casa, de que preferiría otro repartidor en lugar de un "mirón". Aunque Thomas no sugiere ninguna forma de castigo hacia Pinnock, el vicepresidente "capta el mensaje" y despide inmediatamente a Pinnock. Pinnock vuelve a la residencia de Thomas en un intento de discutir el malentendido con él, pero como Thomas está en una importante reunión de negocios, se niega y envía un mensaje a Pinnock en el que le pide disculpas, pero no puede hacer nada para ayudarle. Pinnock le ruega dos minutos de su tiempo, pero es rechazado.

Sin educación ni conocimientos avanzados, Pinnock tiene dificultades para conseguir un trabajo y no puede mantener a su familia. La familia Pinnock es despertada una madrugada por la policía y el casero para ejecutar el desalojo; la familia se esfuerza por recoger sus pertenencias importantes mientras desaloja el local. La suegra de Pinnock le regaña por fallar como hombre; dice que no hay suficiente espacio para él en su casa, donde van su mujer y sus dos hijos.

La camioneta de Pinnock se avería y se ve obligado a caminar. Por la noche, Pinnock es detenido por la policía, que lo confunde con un atracador de bancos porque "encaja en la descripción". La gente de un bar sale y grita a la policía, exigiendo que dejen en paz a Pinnock. La gente lanza la botella a la policía. Pinnock es golpeado por la policía, pero ésta es ahuyentada por la multitud enfurecida.

En busca de justicia, Pinnock secuestra a Thomas a punta de pistola y le exige una gran suma de dinero que cree que se le debe por haber perdido su trabajo. Tras múltiples intentos fallidos de retirar el dinero, Pinnock mantiene a Thomas como rehén durante el fin de semana y lo lleva por el gueto donde vive. Thomas, sin embargo, sigue sin simpatizar con Pinnock y le llama fracasado que culpa al mundo de sus problemas. Pero Pinnock lleva a Thomas por el gueto de todos modos a un edificio abandonado y Thomas alterna entre disfrutar de algunos de los elementos básicos de la vida en el gueto y tener los ojos abiertos al racismo de este mundo. Thomas sufre un ataque al corazón y Pinnock le hace la reanimación cardiopulmonar y no responde, Pinnock conduce el camión, pero éste se avería en la calle. Pinnock dispara a los escaparates de la tienda para llamar la atención de la policía y ayudar a Thomas en sus problemas respiratorios, pero es abatido por error porque la policía asume que está armado.

El director general, escarmentado, visita a la afligida viuda de Pinnock y le ofrece el dinero que Louis le pidió. Ella lo rechaza, y cuando Thomas le pregunta torpemente si quiere más, ella le dice sin rodeos "¿Cuánto sería suficiente?" y le cierra la puerta en las narices.