Los amigos berlineses Leon y Felix pasan el mes de junio en el mar Báltico. Se alojan en la casa de vacaciones de la familia de Felix, cerca de Ahrenshoop, para dedicarse a sus respectivos trabajos: Leon quiere terminar su segunda novela, titulada Club Sandwich, y Felix está preparando una carpeta de solicitud con fotos para la universidad de arte sobre el tema del «agua». Leon está estresado porque no para de pensar en su guión inacabado y la visita de su editor es inminente. De camino a la casa de vacaciones, el coche se avería en el bosque a varios kilómetros del destino. La situación se complica aún más con la llegada de Nadja, temporera en un hotel y sobrina de una compañera de trabajo de la madre de Félix. Para sorpresa de los dos hombres, ella también ha obtenido permiso para utilizar la casa de vacaciones y ya se ha instalado en la mayor de las dos habitaciones. León y Félix tienen que compartir la habitación pequeña. Los aviones de extinción de incendios sobrevuelan repetidamente la propiedad para extinguir un incendio forestal a unos 30 kilómetros de distancia en este verano caluroso y seco.

Las noches siguientes son una tortura, sobre todo para Leon, ya que la música alta y los ruidos sexuales de Nadja le impiden conciliar el sueño. Sólo tiene un rincón del jardín para trabajar. La curiosidad de Félix se despierta: Nadja tiene una relación con el atractivo socorrista Devid, por el que también se siente atraído. Sin embargo, el buen humor de los tres suele empeorar aún más el del propio Leon. Apenas participa en sus viajes a la playa y en repetidas ocasiones da prioridad al trabajo. En una cena juntos, durante la cual Devid y Félix se besan, acosa al socorrista con preguntas innecesarias sobre su trabajo. Esto desencadena un ataque de ira en Félix. Mientras tanto, el incendio forestal se ha propagado aún más. El resplandor del fuego puede verse a lo lejos desde la copa de los árboles.

Leon conoce a Nadja por casualidad mientras trabaja en la heladería de un hotel. Más tarde, la ayuda en un accidente de bicicleta. Leon se disculpa por su comportamiento provocativo del día anterior y le entrega su manuscrito para que lo lea. Nadja comienza a leerlo inmediatamente pero, para decepción de Leon, lo califica sumariamente de «chorrada», lo que le inquieta aún más. Cuando Felix y Devid se acuestan juntos, Nadja se muda a la habitación de Leon. Para su decepción, él rechaza una invitación espontánea a la playa por la noche para ver cómo se ilumina el mar. La visita del editor Helmut tampoco es del agrado de Leon, ya que alquila una cara habitación de hotel que, según dicen, ocupó en su día Uwe Johnson. Helmut sólo puede quedarse un día y elogia más la carpeta de Félix y a Nadja que su manuscrito. Resulta que Nadja está haciendo un doctorado en literatura sobre el Romanzero de Heinrich Heine y sólo trabaja como temporera porque perdió la beca. Impresiona al grupo con su poema favorito Der Asra, que puede citar impecablemente, alternándose con Helmut.

Mientras Félix y Devid parten con un tractor para remolcar el coche averiado, Helmut se desploma en el jardín tras caerle una lluvia de ceniza del incendio que se aproxima. Nadja lo lleva al hospital en su pequeño coche alquilado, mientras Leon corre tras él a pie por el bosque, que ya está envuelto en llamas. A la mañana siguiente, Helmut se encuentra mejor y aduce cálculos renales como causa de su colapso. A instancias de Nadja, aconseja a Leon que deje de trabajar en el Club Sandwich. De vuelta a la casa de vacaciones, Nadja y Leon discuten. Ella le acusa de no prestarle suficiente atención, ya que Helmut ha sido tratado en la planta de oncología y padece cáncer. Leon le confiesa que está enamorado de ella desde el primer momento.

Al mismo tiempo, dos policías llegan para informar de la muerte de Félix y Devid, ambos fallecidos en el incendio forestal. En el depósito de cadáveres, Leon y Nadja identifican los restos de los dos, que fueron quemados vivos, fuertemente abrazados como yesos de Pompeya. Mientras Nadja llora, Leon es incapaz de mostrar emoción alguna. Nadja se marcha poco después, mientras Leon observa el mar resplandeciente por la noche. Procesa los acontecimientos en una novela y se la dedica a Félix, lo que cuenta con la aprobación de Helmut, marcado por su cáncer progresivo. También quiere utilizar una foto de su amigo muerto, que originalmente estaba destinada a su carpeta de solicitudes. En el jardín de Helmut, Leon vuelve a encontrarse por casualidad con Nadja, que al parecer cuida de la editorial. Ambos se sonríen.