Final de Con la poli en los talones
(1990)
Final de Con la poli en los talones (1990)
Título original: Quick Change
Sinopsis
Grimm es un urbanista neoyorquino que, harto del caos y la corrupción reinante, decide abandonar la ciudad. Con la ayuda de su novia Phyllis y del simplón de su hermano Loomis, elabora un meticuloso plan para huir en avión después de atracar un banco. Disfrazado de payaso, Grimm será el encargado de entrar y hacerse con el botín. Hasta aquí todo resultará muy fácil; el problema consiste en llegar al aeropuerto en medio de un tráfico infernal.
Bill Murray
Director
Randy Edelman
Compositor
Michael Chapman
Fotógrafo
Bill Murray
Productor
Reparto principal

Bill Murray

Geena Davis

Randy Quaid

Jason Robards

Stanley Tucci

Phil Hartman
Como acaba Con la poli en los talones
Grimm, vestido de payaso, roba un banco en el centro de Manhattan. Prepara una ingeniosa situación de rehenes colocando dinamita falsa en su cintura y consigue escapar con un millón de dólares y sus cómplices: su novia Phyllis y su mejor amigo Loomis.
El atraco en sí es relativamente sencillo y fácil, pero la huida se convierte en una pesadilla. El acto relativamente sencillo de llegar al aeropuerto para tomar un vuelo fuera del país se complica por el hecho de que el destino, la suerte y toda la ciudad de Nueva York parecen conspirar contra su huida.
Para empezar, el trío busca la autopista Brooklyn-Queens para llegar al aeropuerto, pero las señales fueron retiradas durante las obras, lo que hace que los tres ladrones se pierdan en un barrio desconocido de Brooklyn. Entonces, un estafador/ladrón roba al trío todo lo que tienen (excepto el dinero del banco, que llevan pegado bajo la ropa).
Después de cambiarse de ropa en el apartamento de Phyllis, se enfrentan y casi son encañonados por el paranoico y estresado inquilino entrante. Al mismo tiempo, se produce un incendio al otro lado de la calle y los bomberos llegan y empujan el coche para alejarlo de una boca de incendios, lo que provoca que ruede cuesta abajo y luego por un terraplén.
Cuando los tres ladrones consiguen llamar a un taxi, el conductor extranjero no domina el inglés. Esto hace que un histérico Loomis salte del taxi en marcha para coger otro, pero choca con un quiosco, quedando inconsciente. El conductor se va, pensando que ha matado a Loomis. Un conductor de autobús analmente atento, un encuentro con mafiosos y la creciente desesperación de Phyllis por comunicar a Grimm la noticia de que está embarazada de él añaden más complicaciones.
Mientras tanto, Rotzinger, un jefe del Departamento de Policía de Nueva York, cansado del mundo pero implacable, trata de atrapar al trío en fuga. Se produce un encuentro a bordo de un avión en el aeropuerto entre los ladrones y el jefe, que obtiene el premio añadido de que, con su ayuda, le caiga encima un importante jefe del crimen. Desgraciadamente, el jefe sólo se da cuenta de quiénes eran después de que el avión haya despegado.