Prólogo

Billy Hopkins, un joven muchacho, es disciplinado por su padre abusivo Stan por leer Creepshow, un cómic de horror. Stan, no queriendo que su hijo se exponga al contenido del cómic, lo arroja a la basura. Mientras Billy está sentado arriba, deseando que su padre se pudra en el infierno, escucha un ruido en la ventana.

La fuente del ruido resulta ser el Creep, el anfitrión del libro de cómics, quien lo llama para que se acerque y quita la tapa del bote de basura.

"El Día del Padre"

Sylvia Grantham se reúne con su sobrino Richard y su sobrina Cass, junto con el nuevo esposo de Cass, Hank Blaine, en la mansión Grantham para la cena anual de la familia el tercer domingo de junio. Proceden a contarle a Hank sobre la matriarca de la familia, la tía abuela Bedelia, y cómo es un secreto a voces en la familia que ella mató a su difunto padre: el avaro y dominante Nathan Grantham, quien acumuló la fortuna de la familia a través de contrabando, fraude, extorsión y asesinatos por encargo.

Muchos años antes, Bedelia se convirtió en una solterona inestable como resultado de una vida pasada soportando las demandas incessantes y el abuso emocional de su padre, lo cual empeoró después de que él sufriera un derrame cerebral y ella tuviera que cuidarlo a tiempo completo. La tortura culminó cuando Nathan orquestó un fatal "accidente de caza", que se cobró la vida del prometido de su hija, Peter Yarbro, para mantenerla bajo su control. Ese Día del Padre, Bedelia, impulsada por una furia asesina ante los constantes insultos de Nathan y sus caprichosos pedidos de pastel, golpeó la cabeza de su padre con un cenicero de mármol (que está oculto a lo largo de las otras historias).

En el presente, Bedelia llega a la mansión Grantham esa noche. Ella pasa por el cementerio familiar, justo fuera de la mansión, para dejar una flor en la tumba de su padre. Rememora borracha el asesinato y revela que Sylvia simuló el asesinato como un accidente para robar y distribuir la fortuna de Nathan entre el resto de la familia. Accidentalmente derrama su botella de whisky frente a la lápida. En ese momento, el cadáver reanimado, putrefacto y plagado de gusanos de Nathan emerge de la tumba, aún exigiendo el pastel del Día del Padre que nunca recibió. Se venga de Bedelia estrangulándola. Luego procede a exterminar sistemáticamente al resto de su familia: aplasta telequinéticamente a Hank hasta la muerte con una lápida, luego retuerce el cuello de Sylvia; también mata a Mrs. Danvers, la cocinera de los Grantham, posiblemente para cubrir sus huellas. Como una macabra broma final, Nathan sorprende a Cass y Richard presentándoles su pastel del Día del Padre: la cabeza cercenada de Sylvia, cubierta con glaseado y velas encendidas.

Mientras que el final queda ambiguo en la película, con Nathan burlándose de una Cass y Richard aterrados en un fotograma congelado, el cómic basado en la película tiene al Creep dando una vaga pista de que el próximo acto de Nathan sería "apagar sus velas".

"La Solitaria Muerte de Jordy Verrill"

Jordy Verrill, un cómico y tonto rústico (interpretado por Stephen King), observa cómo un meteorito cae en su granja. Observando el lugar del impacto, Jordy se quema los dedos al intentar tocar el meteorito. En una secuencia de fantasía, Jordy imagina vender el meteorito al "Departamento de Meteoritos" de la universidad local, con la esperanza de que la venta proporcione suficiente dinero para pagar un préstamo bancario de $200. Tomando precauciones, empapa el meteorito con un cubo de agua, haciendo que se agriete y derrame un líquido azul brillante. En otra secuencia de fantasía, Jordy imagina que el "Departamento de Meteoritos" se niega a comprar el meteorito ya roto. Decidido a intentar pegar las mitades juntas por la mañana, Jordy vierte sin pensarlo el líquido dentro del meteorito en el suelo, pero no antes de que la sustancia entre en contacto con su piel.

Con el tiempo, Jordy descubre que sus dedos están siendo cubiertos por lo que parece ser hierba. Intenta llamar a un médico, pero reconsidera hacerlo cuando imagina (en otra secuencia de fantasía) que el médico le cortará los dedos afectados sin anestesia. Con el tiempo, la extraña sustancia continúa creciendo por toda la granja de Jordy, en todo lo que Jordy ha tocado, e incluso en el cuerpo de Jordy, lo que lo hace picar furiosamente. Jordy entra en pánico al descubrir el crecimiento cada vez mayor, y trata de calmarse vertiéndose un vaso de vodka y mezclándolo con jugo de naranja. Poco después, Jordy se queda dormido en un estado de embriaguez.

Jordy despierta algún tiempo después, creyendo que la experiencia fue un sueño, pero sus esperanzas se desvanecen cuando ve que el crecimiento vegetal ha logrado entrar en la casa, y descubre en un espejo que ahora tiene una barba verde. Comienza a preparar un baño para aliviar la picazón, pero es visitado por el espíritu de su difunto padre, que aparece en su espejo y le advierte que no lo haga, diciéndole que el agua es lo que las plantas desean. Racionalizando sombríamente que no entrar solo retrasaría lo inevitable, Jordy lamenta que "[ya] está acabado". Cuando la picazón de los crecimientos en su piel se vuelve insoportable, Jordy sucumbe a la tentación y cae en el agua del baño.

A la mañana siguiente, la granja de Jordy ha sido completamente cubierta con densas capas de vegetación alienígena, con Jordy mismo transformado en una masa de materia vegetal con forma humana. Desesperado, alcanza una escopeta, reza a Dios para que su suerte esté allí sólo una vez, y se vuela la tapa de la cabeza, matándose a sí mismo. Inmediatamente después, un pronóstico del tiempo en televisión anuncia que se esperan temperaturas moderadas y lluvias intensas, mientras las plantas se extienden por las carreteras hacia otros pueblos.

"Algo para sacarte de encima"

Richard Vickers es un millonario despiadado y despiadado cuya jocundad espontánea oculta su naturaleza fría y asesina. Visita a Harry Wentworth, el hombre con quien su esposa Becky está teniendo un romance. Richard menciona que él y Becky nunca compartieron ningún afecto real, pero eso no viene al caso; el punto de honor de Richard es mantener siempre lo que es "suyo", una regla que él aplica sin importar qué. En lugar de asaltar físicamente a Harry, Richard pone una grabación de la voz de Becky, donde ella ruega llorando a Harry que la ayude. Ambos hombres viajan a Comfort Point, la casa aislada de Richard en la playa. Richard señala lo que parece ser un montículo de entierro en la arena. Cuando Harry corre a él, Richard le apunta con una pistola. Él obliga a Harry a saltar a un agujero vacío y comenzar a enterrarse a sí mismo.

Finalmente, Richard termina de enterrar a Harry hasta el cuello en la arena, por debajo de la línea de pleamar. Richard instala entonces un circuito cerrado de televisión y un vídeo para grabar a Harry. También lleva un monitor en el que se ve a Becky, que también está enterrada hasta el cuello más abajo en la playa, donde la subida de la marea ya le está lavando la cara. Richard le dice a Harry que él y Becky tienen una oportunidad de sobrevivir: si pueden aguantar la respiración el tiempo suficiente para que la arena se suelte una vez que el agua del mar los cubra, podrán liberarse y escapar. Con eso, Richard abandona a Harry y regresa a Comfort Point. Bebiendo un cóctel, Richard observa con gran satisfacción cómo Harry y Becky se ahogan lentamente. Justo antes de quedar completamente sumergido por el avance de la marea, Harry mira directamente a la cámara y jura vengarse de Richard.

Horas después, Richard regresa a la "tumba" de Harry para recoger la cinta. Encuentra el monitor destrozado, pero no hay rastro de Harry. Sin inmutarse, Richard cree que el cuerpo ha sido arrastrado por la corriente. Más tarde, esa misma noche, Richard oye voces que le llaman por su nombre, ya que una misteriosa presencia invisible burla fácilmente el amplio sistema de seguridad de Comfort Point. Los culpables resultan ser Harry y Becky, dos amantes que han regresado en forma de retornados anegados y cubiertos de algas con la intención de vengarse de su asesino. Richard les dispara, pero cuando las balas no surten efecto, se atrinchera en su dormitorio, sólo para encontrar a Becky y Harry ya dentro. Las dos víctimas se burlan de Richard, que se ríe a carcajadas.

Poco después, los amantes muertos vivientes han enterrado a Richard hasta el cuello en la playa. Han desaparecido juntos en las olas, dejando la cámara de vídeo de Richard cubierta de algas para grabar su próximo fallecimiento. Mientras la marea que se acerca procede a ahogarle, el histérico Richard grita que puede aguantar la respiración "¡durante MUCHO tiempo!".

El cajón

A Mike Latimer, un conserje de la Universidad Horlicks, se le cae una moneda de 25 centavos que estaba tirando y que rueda detrás de una rejilla bajo la escalera del sótano. Mientras intenta recuperar la moneda, encuentra una caja de madera con la inscripción "Barco a la Universidad Horlicks vía Julia Carpenter - Expedición Ártica - 19 de junio de 1834" escondida bajo la escalera. Llama al profesor Dexter Stanley para notificarle el descubrimiento, lo que hace que Dexter se ausente de una reunión social de la facultad. En la reunión también están el mejor amigo de Dexter, el apacible profesor Henry Northrup, y la esposa de Henry, Wilma "Billie", perpetuamente borracha, odiosa y emocionalmente abusiva, que tiene predilección por avergonzarse de sí misma, menospreciar a su marido y molestar o insultar a todos los que conoce. Henry fantasea a menudo con matar a su horrible esposa, pero es demasiado tímido para hacerlo.

Stanley se encuentra con Mike en Amberson Hall, donde el primero descubre la caja. Ambos trasladan la caja a un laboratorio de biología cercano, donde trabajan incansablemente para abrirla. En el proceso, Mike mete la mano en la caja y empieza a gritar de dolor. La caja se abre y revela su contenido: una criatura peluda, con aspecto de simio y colmillos afilados. A pesar de su diminuto tamaño, la criatura no tarda en matar y devorar a Mike, dejándole sólo la bota destrozada. Huyendo del laboratorio, Dexter se topa con el estudiante de posgrado Charlie Gereson, a quien le cuenta frenéticamente lo sucedido. Aunque escéptico, Charlie acepta investigar las afirmaciones del profesor. Ambos encuentran el laboratorio cubierto de sangre, sin rastro de la criatura ni de su caja. Descubren que la caja ha sido trasladada de nuevo bajo las escaleras, donde también descubren la bota de Mike. Charlie quiere medir las marcas de los mordiscos en la bota y examina la caja más de cerca. La criatura se abalanza sobre Charlie y lo mata, lo que provoca que Dexter escape y se lleve la bota con él.

Traumatizado e histérico, Dexter corre a casa de Henry después de que Billie se marche por la noche. Le cuenta a Henry todo lo ocurrido desde que se descubrió la caja e insiste en que hay que deshacerse del monstruo de alguna manera. Viendo a la supuesta criatura como una forma ideal de librarse de su mujer, Henry parece creer la historia de Dexter. Con este fin, Henry añade somníferos a la bebida de Dexter y escribe una nota en la que afirma que Dexter supuestamente ha agredido a una estudiante. Esto lleva a Billie corriendo a Amberson Hall, donde Henry ya ha limpiado el laboratorio ensangrentado. Cuando Billie llega, Henry la atrae bajo las escaleras del sótano, intentando despertar a la criatura. Mientras Billie despotrica contra Henry por arrastrarla hasta allí en mitad de la noche y agredirla, la bestia despierta y procede a consumirla.

A la mañana siguiente, Henry le cuenta a Dexter que aseguró a la bestia dentro de su caja y luego la arrojó a una cantera cercana, observando cómo se hundía hasta el fondo. Convence a Dexter de que la criatura se ha ahogado y ambos acuerdan dejar que las autoridades se encarguen de las desapariciones. Sin que Henry y Dexter lo sepan, la bestia sigue viva y es vista por última vez destrozando la caja sumergida.

"¡Se acercan sigilosamente!"

Upson Pratt es un magnate de los negocios despiadadamente cruel que padece misofobia, lo que le ha llevado a vivir en un ático herméticamente cerrado, dotado de cerraduras eléctricas y cámaras de vigilancia. Sus contactos aparentes con el mundo exterior son a través del teléfono y se dirigen principalmente a empleados maleducados. Su personaje parece haber sido influenciado por Howard Hughes. Una noche de tormenta, Pratt recibe una llamada de George Gendron, uno de sus subordinados, sobre el hecho de que su empresa (Pratt International) ha instigado recientemente una adquisición corporativa de la empresa Pacific Aerodyne. Gendron también informa al Sr. Pratt de que la absorción ha provocado el suicidio de un rival en los negocios, Norman Castonmeyer, para regocijo de Pratt.

Durante la llamada, Pratt empieza a encontrar cucarachas en su apartamento. Como es un fanático de los insectos, Pratt se arma de insecticida en un intento de combatirlos. Al poco tiempo, alguien consigue comunicarse con la línea privada de Pratt. La persona que llama resulta ser Lenore, la viuda de Norman Castonmeyer, que recuerda entre lágrimas los últimos momentos de su marido y maldice a Pratt por haberle causado la muerte. Tras encontrar trozos de cucarachas en su robot de cocina, Pratt recibe una llamada del superintendente de su edificio, Carl Reynolds, que se encuentra de vacaciones en Orlando. A pesar de sus vacaciones, Pratt obliga a Reynolds a enviar al manitas del edificio, el Sr. White, a llamar a un exterminador bajo la amenaza de despedirle.

Poco después, Pratt descubre más cucarachas en una caja de cereales, intentando y fracasando en su intento de aplastar las que puede. Pronto llega el Sr. White a la puerta de Pratt y le dice (con una voz estereotipada de juglar para burlarse de él) que va a llamar a un servicio de fumigación. Un apagón rodante se dirige entonces hacia el edificio. Durante el apagón, cientos de miles de cucarachas comienzan a salir de todos los rincones del apartamento de Pratt. Cuando los insectos abruman a Pratt, éste activa la corriente de emergencia e intenta llamar a la policía para pedir ayuda. Desgraciadamente, la policía no puede ayudar debido al apagón, ni tampoco el Sr. White, que se queda atrapado en el ascensor.

Pratt, desesperado, se encierra en una habitación del pánico climatizada para escapar del creciente enjambre de cucarachas. Recibe otra llamada de Lenore, que sigue maldiciéndole. Es durante esta llamada cuando Pratt descubre que las colchas de su cama se retuercen, y las quita para descubrir que las cucarachas ya han invadido la habitación del pánico. Sin posibilidad de escapar, el enjambre de cucarachas carga contra él, lo que le provoca un infarto fulminante.

Cuando vuelve la electricidad al edificio, el apartamento está totalmente desprovisto de cucarachas. El cadáver de Pratt aparece en la habitación del pánico mientras el Sr. White llama para informar. Al no obtener respuesta, el Sr. White pregunta burlonamente a Pratt: "¿Te han comido la lengua los bichos?". El cuerpo de Pratt pronto empieza a contorsionarse mientras las cucarachas salen de su boca y pecho, volviendo a llenar la habitación del pánico. El Sr. White sigue llamando por su nombre a Pratt para obtener una respuesta, y luego le llama bastardo al no obtener respuesta.

Epílogo

A la mañana siguiente, dos basureros encuentran el cómic de Creepshow en la acera. Miran los anuncios del libro sobre radiografías y un curso de culturismo de Charles Atlas. También ven el anuncio del muñeco vudú que habían visto antes, pero se lamentan de que la hoja de pedido ya haya sido canjeada.

En la casa de los Hopkins, Stan se queja a su mujer de que tiene tortícolis, pensando que se la habrá torcido. Arriba, se descubre que Billy ha mandado a buscar el muñeco vudú y lo ha decorado con un trozo de la ropa de su padre y parte de su pelo. Stan se aprieta la garganta de dolor mientras Billy pincha repetida y alegremente el muñeco de vudú con un alfiler, vengándose por fin de su padre por sus abusos.

Las imágenes de Billy pinchando al muñeco se convierten en la portada del siguiente número de Creepshow. Se ve al Creep sosteniendo el mismo cómic, riendo siniestramente mientras se apaga una vela.