Russell Curran (Brendan Fletcher) es un exitoso hombre de negocios que vive en Portland, Oregón. Su esposa Lauren (Christina Ricci) de 32 años sufre de trastorno bipolar después de que un robo en su hogar la dejó herida y su bebé se ahogó en la bañera.

Extraños eventos en el apartamento

Deseando un hogar seguro, Russell y Lauren deciden mudarse a un lujoso apartamento inteligente de alta tecnología a una hora de Portland. En una de sus primeras noches, asisten a una fiesta de cóctel y conocen a los otros residentes, todos muy adinerados. Uno de ellos es Phillip Starks (Vicellous Reon Shannon), heredero de una exitosa empresa de marketing centrada en la psicología del consumidor.

Descubrimiento oscuro

Lauren nota ruidos extraños provenientes del sistema de sonido del apartamento y ocasionalmente ve en la TV imágenes y palabras extrañas. Intenta hablar con Russell, pero él culpa a su trastorno bipolar y la acusa de paranoia. Más tarde, Russell instala en secreto cámaras de CCTV para observar el comportamiento de Lauren.

Confrontación y revelación

A través de investigaciones en internet, Lauren contacta a Vernon Sarsfield (John Cusack), un hacker y periodista. Vernon confirma a Lauren que no está paranoica y que necesita ayudarlo a demostrar que los residentes de su hogar están siendo utilizados como sujetos experimentales involuntarios para estímulos subliminales por parte de los dueños del edificio. Vernon cree que Lauren es la única que nota el mensaje subliminal debido a su trastorno bipolar.

El desenlace inesperado

Sin embargo, cuando Stark abre la bolsa, solo está llena de manzanas. Un flashback revela que Lauren y Russell solo habían fingido la muerte del niño. Stark ataca a Lauren, pero Russell acude en su ayuda y lo mata a tiros. La policía llega y rodea el lugar.

En la escena final, una Lauren embarazada y Russell se han mudado a una nueva casa. Mientras se abrazan, Lauren mira con sospecha la unidad principal que Russell había intentado instalar.