Final de El crisol

(1996)
Final de El crisol
"Cuento intemporal de Arthur Miller de la verdad en el juicio."

Título original: The Crucible

27/11/1996 (ES)Drama, Historia120 min

Sinopsis

En 1692, en la puritana ciudad de Salem (Massachussetts), un grupo de chicas es acusado de practicar la brujería. Una de ellas, Abigail Williams, procesada por esta razón, presenta a su vez cargos contra John Proctor y su esposa Elizabeth para vengarse de ellos: cuando fue su sirvienta tuvo una aventura con John, que acabó rechazándola para volver con su mujer

Nicholas Hytner

Director

George Fenton

Compositor

Andrew Dunn

Fotógrafo

Robert A. Miller

Productor

Reparto principal

Daniel Day-Lewis

Daniel Day-Lewis

Winona Ryder

Winona Ryder

Paul Scofield

Paul Scofield

Joan Allen

Joan Allen

Bruce Davison

Bruce Davison

Rob Campbell

Rob Campbell

Como acaba El crisol

Las falsas acusaciones del grupo de chicas -lideradas por Abigail- sospechosas de brujería se van descontrolando poco a poco y muchas personas inocentes que en un principio fueron ordenadas al Tribunal para un mero interrogatorio por el juez Danforth (Paul Scofield), por el único hecho de responder por otras acusadas de brujería, acaban siendo declaradas culpables, especialmente cuando las chicas arrastran a todos los presentes en los procedimientos a un acto de histeria por supuestamente poder ver, y ser atacados por, el Diablo, debido a la presencia de esas personas. Como resultado, son condenadas a muerte y enviadas a la horca para ser ahorcadas. Tal es el frenesí, que incluso un pobre anciano marginado de la comunidad, al que se señala por casualidad y al que inexplicablemente se declara un incendio cerca de él al mismo tiempo, también acaba ahorcado.

Las propias chicas empiezan a ser sospechosas de inventarse las acusaciones y, para evitar el castigo, se alían contra Mary Warren (Karron Graves), la joven sirvienta de John Proctor, afirmando que "las está embrujando a todas". John, queriendo demostrar que todo es un montaje ideado por Abigail, se presenta y admite la relación amorosa que tuvieron y que todo se debió a que Abigail quería deshacerse de la mujer embarazada de John, Elizabeth (Joan Allen), para quedarse con el hombre. Como Abigail niega la aventura, Elizabeth se presenta para corroborar la afirmación de John; desafortunadamente, pensando que estaba ayudando a su marido y sin saber de las confesiones previas de John, miente y finge ignorancia en el interrogatorio, arrepintiéndose poco después al ser confrontada con los hechos.

El reverendo Hale (John Campbell) intenta desesperadamente convencer a la Corte de la inocencia de John, pero las chicas reúnen la atención de todos en la creencia de que "María los está atacando a todos en forma de pájaro amarillo"; Abigail da el golpe de gracia acusando abiertamente a John de brujería ante la insistencia de ella en mentir sobre todo el asunto, y él se deja arrestar cuando, al ser preguntado si volvería a Dios, grita "¡¡¡YO DIGO QUE DIOS ESTÁ MUERTO!!!". El Tribunal le obliga a confesar su brujería para salvar su vida o a ser ejecutado en la horca, y él se niega a sucumbir al frenesí.

La histeria de los juicios pierde fuerza poco a poco ante la ejecución pendiente de John, pero el reverendo Hale, el único que dudó de las acusaciones originales desde el principio, se enfrenta a Abigail y ésta intenta revivir el acto acusando a la esposa de Hale. Es aquí cuando el Tribunal -más que nada, por la creencia de que "la mujer de un reverendo es un ser puro"- se da cuenta finalmente de que todo el asunto era una invención y el juez Danforth acusa a Abigail de mentir, haciéndola retroceder. Todas las chicas acaban siendo rechazadas por la comunidad y la propia Abigail roba dinero al reverendo Parris (Bruce Davison) para abandonar la colonia y trasladarse a Barbados. Antes de su partida programada, visita a un John encarcelado e intenta disculparse y rogarle que huyan juntos, aludiendo que nunca quiso que nada de esto sucediera, a lo que ella la desautoriza replicando fríamente "no se volverán a ver en ningún barco, sino en el Infierno". Ella se marcha, abatida.

Como último recurso para evitar más caos y disturbios por la horca, que ahora es percibida como una víctima inocente, Parris convence a Elizabeth para que convenza a John de firmar una confesión de culpabilidad que le salvaría la vida, pero le dejaría como un paria. Ella consigue que firme la confesión, pero, cuando el Tribunal quiere utilizarlo para exhibirlo y como peón para "conseguir que otros confiesen", él, en cambio, la rompe airadamente y grita: "¡¡¡TE HE DADO MI CONFESIÓN, PERO DEJAME MI NOMBRE!!!", queriendo que su hijo, que pronto nacerá, lleve su nombre, libre de culpa.

Al final, John y otras dos acusadas, Rebecca Nurse (Elizabeth Nurse) y Martha Corey (Mary Pat Gleason) son ejecutadas en la horca, y una tarjeta de título afirma que los Juicios por Brujería de Salem terminaron tras la ejecución de 19 personas que prefirieron morir antes que admitir falsamente su culpabilidad de brujería mediante confesiones coaccionadas.