Final de El gran silencio
(1968)Final de El gran silencio (1968)
Título original: Il grande silenzio
Sinopsis
Tras ver morir a su marido a manos de un despiadado cazarrecompensas, una mujer contrata a un mercenario, apodado Silencio, para que acabe con el asesino de su marido.
Sergio Corbucci
Director
Ennio Morricone
Compositor
Silvano Ippoliti
Fotógrafo
Robert Dorfmann
Productor
Reparto principal
Jean-Louis Trintignant
Klaus Kinski
Frank Wolff
Luigi Pistilli
Vonetta McGee
Mario Brega
Como acaba El gran silencio
Henry Pollicut y otros dos asesinos de recompensas asesinan a un hombre llamado Gordon y a su esposa. Para evitar que el hijo de Gordon los delate, uno de los asesinos degüella al muchacho, dejándolo mudo para siempre. Pollicut se convierte en un banquero corrupto de Utah y en juez de paz.
Años más tarde, en 1898, el hijo de Gordon, que ahora se hace llamar "Silencio", actúa según un principio por el que provoca a sus enemigos para que saquen primero sus armas y así poder matarlos en defensa propia con su Mauser C96. Una fuerte ventisca azota la frontera y provoca privaciones en la ciudad de Snow Hill. Como consecuencia, gran parte de la comunidad se ve obligada a robar para sobrevivir. Pollicut, que busca sacar provecho haciéndose con sus propiedades tras ser asesinados, pone precio a las cabezas de los ladrones, atrayendo la atención de una banda de cazarrecompensas liderada por "Loco". Mientras se ceban con los forajidos, Silencio trabaja con los bandidos y sus aliados para luchar contra los asesinos.
Uno de los forajidos, James Middleton, abandona la seguridad del grupo para estar con su mujer, Pauline. Posteriormente, James es asesinado por Loco cuando toma a Pauline como rehén. Vengativa, Pauline escribe a Silencio pidiéndole que mate a Loco. Mientras tanto, el recién elegido Gobernador, con la esperanza de que se mantenga el orden antes de declarar una amnistía con respecto a los forajidos, asigna al honrado pero torpe soldado Gideon Burnett como sheriff de Snow Hill. En su camino, Burnett se encuentra con los forajidos, que le roban el caballo para comer. Tras perderse en la nieve, encuentra una diligencia que viaja a Snow Hill, en la que conoce a Silence y, más tarde, a Loco. A su llegada, Silencio conoce a Pauline, que le promete aumentar su recompensa.
Pauline intenta vender su casa a Pollicut, que le exige que se convierta en su amante, su razón para poner una recompensa a su marido. Pauline se niega amargamente. Silencio se marcha al bar del pueblo e intenta provocar a Loco para que desenfunde. En lugar de ello, Loco le golpea salvajemente antes de que Silencio se defienda. Enfurecido, Loco intenta dispararle, pero es detenido por Burnett, que lo arresta por intento de asesinato y se prepara para llevarlo a una prisión en Tonopah. Antes de marcharse, Burnett pide a los habitantes del pueblo que proporcionen comida a los forajidos. Mientras tanto, Pauline se involucra romántica y sexualmente con Silencio mientras atiende sus heridas.
Burnett y Loco se detienen junto a un lago helado para que Loco haga sus necesidades, pero éste tiende una trampa, disparando al hielo que rodea a Burnett y dejándole morir en el agua helada. Loco cabalga hasta su escondite y convence al resto de su banda para enfrentarse a Silencio. Decidido a llevarse a Pauline por la fuerza, Pollicut intenta violarla mientras su secuaz, Martin, tortura a Silencio quemándole la mano derecha. Silencio vence a Martin y mata a Pollicut. Loco y su banda llegan en busca de Silencio, justo cuando los forajidos aparecen en las afueras de la ciudad para recoger las provisiones, tras haber sido avisados previamente por Burnett. Decididos a utilizarlas para sacar a Silencio, la banda reúne a los bandidos en la taberna y captura a Pauline. Loco le dice a Pauline que haga que Silencio se bata en duelo con él: si Silencio gana, los forajidos quedarán libres; si gana él, los matarán.
A pesar de las súplicas de Pauline de que el duelo es una trampa, Silencio se queda fuera de la taberna. Un asesino le dispara en la mano izquierda, lo que merma su velocidad y su puntería. Loco se sitúa entonces en la puerta, listo para enfrentarse al debilitado Silencio. Cuando Silencio empieza a sacar su Mauser, Loco saca su Colt Single Action Army, pero cuando Silencio desenfunda, se produce otro disparo que le hiere. Loco dispara a la cabeza de Silencio, matándolo. Angustiada, Pauline intenta disparar ella misma a Loco, pero también muere rápidamente. Los cazarrecompensas apuntan a los forajidos y masacran a todo el grupo. Cuando Loco y sus hombres se disponen a cobrar sus recompensas, le quita a Pauline el Mauser de Silencio. Los asesinos salen de Snow Hill bajo el sol de la mañana. Una tarjeta explica que las acciones de Loco provocaron una condena pública generalizada de la matanza de recompensas, y se erigió un monumento en Snow Hill en honor a los que murieron por su codicia.