A Tom Wingo, un profesor y entrenador de fútbol de Carolina del Sur, su madre, Lila, le pide que viaje a Nueva York para ayudar a la psiquiatra de su hermana gemela Savannah, Susan Lowenstein, tras el último intento de suicidio de ésta. Tom odia Nueva York pero acepta a regañadientes, en gran parte para aprovechar la oportunidad de estar solo y alejado de una vida que no le satisface.

Durante sus primeros encuentros con Lowenstein, Tom se muestra reacio a revelar muchos detalles de los secretos de su disfuncional familia. En flashbacks, Tom relata a Lowenstein incidentes de su infancia con la esperanza de descubrir cómo salvar la vida de Savannah. Los padres Wingo eran un padre maltratador y una madre manipuladora y sedienta de estatus. El padre trabajaba en un barco camaronero y, a pesar de tener éxito en su profesión, gastaba todo su dinero en negocios frívolos, dejando a la familia en la pobreza.

Tom también está desgarrado por sus propios problemas, pero se escuda en lo que él llama "el estilo sureño": reírse de las cosas en lugar de llorar. Por ejemplo, su esposa Sallie tiene una aventura y su amante quiere casarse con ella.

Tom y Lowenstein empiezan a sentir algo el uno por el otro. Cuando Tom descubre que ella está casada con Herbert Woodruff, un famoso concertista de violín, Lowenstein le presenta a Tom a su hijo Bernard, que está siendo preparado para convertirse también en músico, pero que en secreto quiere jugar al fútbol.

Tom empieza a entrenar a Bernard y a asistir a sesiones con Lowenstein para ayudar a su hermana. Descubre que Savannah ha estado en tal estado de disociación que incluso tenía otra identidad, Renata Halpern.

Como Halpern, escribía libros para ocultar el lado Savannah de su problemática vida. Tom se enfrenta a Lowenstein por no haber revelado antes esta información y discuten, durante lo cual ella le lanza un diccionario. Para disculparse, ella le invita a cenar y su relación se estrecha.

Tom tiene un fatídico encuentro con su madre y su padrastro, que le trae recuerdos dolorosos. Revela que, cuando tenía 13 años, tres convictos fugados invadieron su casa y lo violaron a él, a su madre y a su hermana. Su hermano mayor, Luke, mató a dos de los agresores con una escopeta, mientras que su madre apuñaló al tercero con un cuchillo de cocina. Enterraron los cadáveres bajo la casa y nunca volvieron a hablar de ello. Tom rompe a llorar, habiendo soltado ahora una pieza clave de la problemática vida de Savannah.

Al descubrir que Tom ha estado entrenando a Bernard, Herbert le ordena que abandone sus actividades futbolísticas y vuelva a sus clases de música para prepararse para ir a Tanglewood, una prestigiosa academia de música.

Tom es invitado a una cena en casa de Lowenstein, junto con poetas e intelectuales. Herbert es abiertamente grosero y revela que la hermana de Tom está en terapia con su mujer. Enfurecida, Lowenstein expresa sus sospechas sobre la aventura de su marido. Tom coge el violín de "un millón de dólares" de Herbert y le amenaza con tirarlo por el balcón del rascacielos a menos que se disculpe. Tom lanza el violín al aire, Herbert se disculpa nerviosamente y Tom lo atrapa antes de que caiga.

Tom pasa un fin de semana romántico con Lowenstein en su casa de campo. Savannah se recupera y recibe el alta del hospital. Esta recuperación se debe a que por fin se entera de cosas que ha reprimido de su infancia, sobre todo las violaciones. Su primer intento de suicidio, a los 13 años, se produjo tras las violaciones y asesinatos de los tres convictos.

Tom recibe entonces una llamada de su mujer, que por fin ha decidido que quiere volver con él. Quiere tanto a Lowenstein como a su mujer, y le dice a Lowenstein que no quiere más a su mujer, "sólo más tiempo". Tom pone fin a su relación con Lowenstein y se reúne con su mujer y su familia, pero desea que se puedan dar dos vidas a cada hombre y a cada mujer.

Tras resolver por fin los traumáticos sucesos de su pasado con la ayuda de Lowenstein, Tom es feliz en su renovada vida. Piensa en ella todos los días al llegar a lo alto del puente cuando vuelve a casa del trabajo. Su nombre le llega como una especie de plegaria, una bendición.