Charlie Fineman (Adam Sandler) acaba derrumbándose y revelando al Dr. Johnson (Don Cheadle) que su familia fue asesinada durante los atentados del 11-S. Charlie intenta suicidarse con un policía atracando a un taxista y luego a un agente.

Los agentes le golpean ilegalmente, por lo que el estado decide retirar los cargos para que no conste en su expediente. Sin embargo, se le condena a una evaluación psíquica de tres días. Después de esto, el estado presiona para que le hagan más evaluaciones psíquicas durante un año. El juez deja la decisión en manos de sus suegros debido a la incompetencia del fiscal. Charlie se muda de su apartamento a otro, y sus suegros deciden no enviarlo a la evaluación.

Al final, el Dr. Johnson llama a su mujer y se disculpa por no haber hablado más con ella, y luego se marcha a su propia casa en la moto de Charlie.