Liam (Gooding Jr.) es un solitario y triste basurero que perdió a su mujer en un accidente de coche. Años después, rescata a una niña de un accidente de coche y se convierte en un héroe local. Un día, mientras está en un banco, se enamora instantáneamente de la cajera, hasta que un grupo de ladrones asalta el banco. (El conductor de la huida es también el compañero de trabajo de Liam, Swain, interpretado por Norman Reedus). El atraco es un fracaso cuando la cajera recibe un disparo en la cabeza y acaba en coma.

Liam persigue a los ladrones en represalia, llamando también la atención del detective Subcott (Liotta). Sin embargo, finalmente se revela que Liam fue en realidad el responsable del robo. Había visto a la cajera en el cementerio mientras visitaba la tumba de su esposa, y se obsesionó con ella. Incapaz de armarse de valor para hablar con ella, Liam ideó un plan (increíblemente estúpido): reclutó a Swain para que atracara el banco mientras él estaba dentro, como parte de un acto que le permitiría ser un héroe a los ojos de la cajera.

Swain, a su vez, trajo a sus amigos ladrones de gatillo fácil para el trabajo, ya que en realidad necesitaba el dinero para realizar sus sueños de ir a Florida. Después de que el atraco saliera mal, Liam fue tras los ladrones como medio de redención. Mata a dos de ellos antes de que los otros vengan a por él. Estos secuestran a la niña que Liam había rescatado en el accidente de coche y la mantienen como rehén en una fábrica abandonada. En el tiroteo que sigue, los ladrones, Swain y un montón de policías mueren, y después de un enfrentamiento en el que participan Subcott y la niña, un Liam malherido escapa y va al hospital justo cuando la cajera se despierta del coma y lo reconoce calurosamente.

Liam es finalmente arrestado, pero el final sugiere que él y la cajera podrían tener un futuro juntos cuando ella lo visite en prisión.