Finbar Murphy (Liam Neeson) es un asesino a sueldo que ha decidido retirarse y dejar que el protegido de su jefe, Kevin (Jack Gleeson) se encargue de sus contratos. Sin embargo, cuando Murphy se da cuenta de que una joven de la localidad, Moya, está siendo maltratada por su tío Curtis, Murphy decide encargarse de él personalmente, matándolo con la ayuda de Kevin.

Sin embargo, Curtis era el hermano del terrorista del IRA Doireen McCann (Kerry Condon), que había estado escondido en el pueblo después de que un atentado saliera terriblemente mal. Tras matar a Robert (Colm Meaney), el contacto de Murphy, McCann le exige que le entregue al hombre que mató a su hermano o matará a todos sus seres queridos.

Después de darle dinero a Kevin para que se retire y deje el asesinato a sueldo para siempre, Murphy se reúne con McCann, dispuesto a asumir su responsabilidad. Sin embargo, Kevin se niega a abandonarlo y admite la muerte de Curtis, lo que provoca que McCann le dispare. Se produce un tiroteo en el que McCann mata a Kevin, pero no antes de herirla mortalmente. Murphy mata a McGrath y McKenna, compañeros de McCann en el IRA, impidiéndoles matar a ninguno de los aldeanos.

Murphy se enfrenta a la moribunda McCann en una iglesia y le dice que haga las paces. Ella llora porque su hermano está solo y Murphy promete enterrarla con él. Cuando ella muere, Murphy cumple su promesa. Murphy abandona la ciudad al día siguiente, sabiendo que ha puesto a todos en peligro y que ya no tiene un hogar allí. Después de hacer las paces con su vecina Rita (Niamh Cusack) y con O'Shea (Ciarán Hinds), Murphy abandona el pueblo en el coche de Kevin, para pasar en paz los años que le quedan.