Ken Carter vive en Richmond, California. Se convierte en el entrenador del equipo de baloncesto del instituto de Richmond, los Richmond Oilers, tras haber jugado en el equipo treinta años antes. Al principio, el equipo es ruidoso, grosero e irrespetuoso. Carter da al equipo contratos para que los firmen y obedezcan, exigiéndoles que se sienten en las primeras filas de todas sus clases y que mantengan una media de notas de 2,3 (C+). Carter pide al personal de la escuela informes de progreso sobre las calificaciones y la asistencia de los jugadores. A pesar del enfado de los padres de los jugadores, la mayoría de ellos firman los contratos, aunque varios miembros del equipo se marchan en desacuerdo, incluido Timo Cruz, un jugador superdotado que también trafica con drogas para su primo Renny. El director de la escuela, Garrison, cuestiona los contratos de Carter, sugiriendo que los jugadores no podrán cumplir sus condiciones y que sería mejor que se dedicara a entrenar baloncesto.

Carter comienza un régimen de entrenamiento estricto y disciplinario para el equipo, centrado sobre todo en el acondicionamiento y el trabajo en equipo. El hijo de Carter, Damian, se une al equipo, pasando del colegio privado St. Francis, para jugar para su padre. Cruz es testigo de cómo el equipo gana un partido, y después le pide a Carter que le deje volver al equipo. Carter acepta, pero sólo si Cruz completa una serie de ejercicios imposibles de realizar antes de ese viernes. Cruz se compromete a ello contra viento y marea. Cuando, a pesar de sus esfuerzos, no llega al viernes, el resto del equipo colabora y realiza el número de ejercicios que le falta. Así, consigue reincorporarse.

Kenyon Stone, el capitán del equipo, lucha por aceptar que su novia Kyra está embarazada. La pareja tiene una discusión por la incapacidad de Kenyon de comprometerse con la paternidad. Otro jugador, Junior Battle, se salta las clases, lo que lleva a Carter a suspenderlo del equipo. La madre de Battle, Willa, visita a Carter para pedirle que le permita volver al equipo y explicarle que las cosas han sido difíciles tras la muerte de su hijo mayor, Antoine. Carter acepta después de que Battle se disculpe.

El equipo sigue entrenando y mejorando, uniéndose a Carter y quedando invicto en la temporada regular. Tras ganar el torneo de vacaciones de Bay Hill, todo el equipo se escapa del motel y asiste a una fiesta en una mansión cercana mientras Carter habla con su mujer por teléfono. Carter descubre su ausencia y se cuela en la fiesta para reunir al equipo. Carter reprende a los chicos de camino a casa, aunque Cruz señala que el equipo es ahora ganador como pretendía Carter. Más tarde, Carter descubre que algunos jugadores no han cumplido sus contratos, faltando a las clases y recibiendo malas notas.

Un furioso Carter cierra el gimnasio, dirigiendo al equipo a la biblioteca donde estudiarán con sus profesores hasta que las notas de todos cumplan con los términos de sus contratos. Un desilusionado Cruz vuelve a dejar el equipo. Carter impone su cierre, lo que atrae la atención de los medios de comunicación después de perder varios partidos y enfurece a la comunidad local. Carter argumenta que los chicos no tienen otras opciones en Richmond aparte de la delincuencia o el deporte, y espera que su compromiso con los estudios les dé mejores opciones en la vida.

Después de que un negocio de drogas salga mal, Cruz ve cómo matan a Renny delante de él. Desolado, Cruz acude a Carter, rogándole que le permita volver al equipo. El consejo escolar celebra una audiencia, en la que Carter explica que enviar a sus jugadores a la universidad y a una vida mejor es más importante que el baloncesto, y promete dimitir si se levanta el bloqueo. Aunque el director Garrison y la presidenta del consejo votan a su favor, todos los demás consejeros votan a favor de poner fin al bloqueo. Carter se prepara para marcharse, pero descubre que el equipo se niega a jugar, optando por seguir estudiando y mantener su objetivo. Cruz, a quien Carter había preguntado repetidamente "cuál es tu miedo más profundo", le responde citando a Una vuelta al amor.

Carter decide quedarse y el equipo no tarda en conseguir su objetivo académico. Kenyon se reencuentra con Kyra y se entera de que ha abortado. Ella le dice que tenía que tomar una decisión y la tomó, por sí misma. Se reconcilian y Kenyon le pide a Kyra que se vaya con él a la universidad, a lo que ella accede. El equipo juega en el partido de cuartos de final del Estado contra el St. Francis, pero pierden por dos puntos. Aunque no ganan, Carter expresa su orgullo por el hecho de que el equipo se haya unido para perseverar, darse opciones y lograr la "siempre esquiva victoria interior". La película termina con el equipo celebrándolo con la comunidad, y con subtítulos que cuentan el destino de varios jugadores clave que reciben becas y van a la universidad.