Lo que realmente pasó

El final de la película Fractured revela que Ray se ha vuelto loco. Ha sacado a un paciente al azar del hospital y se ha ido. Joanne y Peri están muertas y están en el maletero del coche. Mientras Ray se imagina hablando con su esposa, él sólo habla consigo mismo mientras un paciente enfermo muere en su asiento trasero.

Ray es un alcohólico en recuperación y estaba luchando por su matrimonio. El perro era real, no le tiró la piedra a su hija. Sin embargo, Peri se cae y muere, y esto lo hace perder la cabeza. Empuja a Joanne a un lado, y ella cae sobre una barra de hierro, quedando atravesada. Ray pone los cadáveres de su esposa e hija en el maletero de su coche y construye una realidad en la que aún están vivas.

Recuerda la primera escena cuando regresan de una cena de acción de gracias en casa de Joanne. Ella está claramente molesta por cómo se comportó Ray en su casa. Ray tiene problemas.

El hecho de que Ray estuviera borracho fue quizás la razón por la que tuvo un accidente años antes. El accidente de coche provocó la muerte de su primera esposa y su hijo no nacido. Ray ya estaba dañado mentalmente por esto.

A lo largo de los años, ha estado luchando contra su problema con el alcohol. Esto claramente ha puesto tensión en la relación con su actual esposa. Pero quiere ser un padre y un marido ejemplar.

Desafortunadamente, el accidente en la obra le hace perder a su hija y a su esposa (de nuevo), y esto le hace perder la cabeza.

Al final, baja al sótano, que es un auténtico piso de cirugía. Ray se imagina ver los cuerpos con sus órganos extirpados. Se imagina el juguete para perros que tenía su hija. Aunque le quita el pañuelo a su hija en la obra, se imagina a Joanne dándoselo en el hospital. Ray es un hombre que se aleja hacia el vacío.